Adís Abeba (EFE).- La guerra entre el Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), declarada el pasado 15 de abril, ha provocado ya “casi ocho millones de desplazados”.
Lo ha advertido hoy la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) cuyo jefe, Filippo Grandi, ha pedido “apoyo urgente y adicional para satisfacer las necesidades” de los desplazados.
Declaraciones de Grandi en un comunicado emitido desde Adís Abeba, capital de Etiopía, país en el que este miércoles concluyó una visita de tres días.
Desde abril de 2023, más de 100.000 personas han cruzado a Etiopía desde Sudán, incluidos cerca de 47.000 refugiados y solicitantes de asilo, según la agencia de la ONU.
Esas personas se suman a los alrededor de 50.000 refugiados sudaneses que ya se encuentran en el país.
Historias “desgarradoras”
En su visita Etiopía, el alto comisionado de la ONU para los refugiados observó de primera mano los esfuerzos del Gobierno etíope, apoyado por ACNUR y sus socios, para ayudar a los refugiados sudaneses que han llegado recientemente al país.
Grandi viajó a Assosa, en la región de Benishangul-Gumuz (oeste), donde se reunió con algunos de los más de 20.000 refugiados y solicitantes de asilo actualmente alojados en el centro de tránsito de Kurmuk.
“La continua generosidad de Etiopía hacia los desplazados, incluidos los que han llegado recientemente de Sudán, es encomiable y debe ir acompañada de un apoyo aún mayor de la comunidad internacional”, subrayó el jefe de ACNUR.
“Sin más apoyo de los donantes -avisó-, será extremadamente difícil brindar la ayuda a quienes más la necesitan”.
El diplomático escuchó “historias de pérdidas desgarradoras de familiares, amigos, hogares y medios de vida”, pero también fue testigo de “la determinación de los refugiados de seguir adelante, si se les daba el apoyo y la oportunidad”.
Sin visos de solución
Etiopía, que alberga una de las poblaciones de refugiados y desplazados internos más grandes del mundo, es uno de los seis países vecinos que siguen recibiendo a miles de personas que huyen de Sudán.
La semana pasada, el número de recién llegados a Chad superó los 500.000 desde abril pasado y, en Sudán del Sur, una media de 1.500 personas cruzan diariamente al país, de acuerdo con la agencia de las Naciones Unidas.
La guerra en Sudán estalló el pasado 15 de abril por las tensiones sobre la reforma del Ejército y la integración de los paramilitares en las fuerzas regulares, en medio de un proceso político para encauzar de nuevo al país en la senda democrática tras el golpe de Estado de 2021.
El conflicto, que ha causado más 12.000 muertos, sigue sin resolverse pese a los intentos diplomáticos de organizaciones regionales como la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) -bloque de ocho países de África oriental- para hallar una solución.
