El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno EFE/ José Manuel Vidal/ARCHIVO

El año de la histórica mayoría absoluta de Moreno en Andalucía

Sevilla (EFE).- Andalucía cerrará un año político histórico tras la rotunda mayoría absoluta del barón popular Juanma Moreno en las elecciones autonómicas de junio, que dejaron al PSOE en la oposición por segundo mandato consecutivo, conllevaron la desaparición de Ciudadanos y el fracaso en las expectativas de Vox.

En la anterior legislatura, el líder del PP ya revirtió el apoyo sociológico que durante 37 años mantuvo el PSOE en Andalucía, con una gobierno de coalición con Ciudadanos y el apoyo externo de Vox, que puso fin a la hegemonía de los gobiernos socialistas, algo que ha legitimado aún más este 2022.

Moreno, que adelantó las elecciones tras una ruptura con Vox que supuso la prórroga presupuestaria, obtuvo una contundente victoria electoral al conseguir la mayoría absoluta (con 58 diputados) y dar por primera vez en solitario al PP el gobierno de la Junta.

Mayoría absoluta y giro sociológico

La mayoría absoluta y el giro sociológico se explica en el trasvase de apoyos al PP proveniente de Ciudadanos, casi en su totalidad, pero también de una parte de Vox y del respaldo “prestado” de habituales votantes socialistas, al que Moreno apeló en la campaña electoral.

Además, con la importante victoria conseguida, Moreno se ha hecho fuerte desde el Palacio de San Telmo también a nivel de partido y se ha convertido en el barón de referencia del PP -junto a Isabel Díaz Ayuso-, lo que se demostró en el relevo de Pablo Casado por Alberto Núñez Feijóo y en el reciente debate fiscal tras la bonificación total del impuesto de patrimonio.

La incorporación a la dirección nacional del PP de los dos principales consejeros de Moreno en la pasada legislatura, Elías Bendodo y Juan Bravo, puso de relieve el peso del barón popular en la nueva cúpula del partido.

Parlamento andaluz. José Manuel Vidal/ARCHIVO

Segunda legislatura del PSOE-A en la oposición

Los comicios autonómicos del pasado junio confirmaron las erróneas expectativas contempladas por el PSOE, cuyo objetivo era recuperar el Gobierno andaluz con un crecimiento electoral que le permitiera pactar con el resto de partidos a la izquierda.

Sin embargo, los 30 diputados obtenidos por el candidato y líder socialista, Juan Espadas, en su primera contienda electoral, unidos a la mayoría absoluta del PP, mandaron de nuevo a los socialistas a la oposición por segunda legislatura consecutiva.

El PSOE cosechó el peor resultado de su historia en Andalucía, lo que no ha permitido la consolidación del liderazgo de Espadas, a la espera en los comicios municipales de 2023.

Andalucía volverá a ser clave en las próximas elecciones generales y el resultado del PSOE-A, alineado con Pedro Sánchez, será fundamental para que el presidente del Gobierno pueda revalidar el cargo.

Ciudadanos desaparece y fracasa

Durante 2022, los antiguos socios del PP se quedaron lejos de sus pretensiones, aunque sin duda la peor de las suertes la cosechó Ciudadanos, que ha desaparecido del mapa político andaluz (de 21 o 0 diputados) y ha terminado el año con sus principales dirigentes absorbidos por Moreno en cargos del Gobierno autonómico.

El PP fagocitó a Ciudadanos tras un gobierno bipartito en el que sólo Moreno obtuvo el rédito de tres años y medio de gestión.

Por su parte, Vox acudió a los comicios con expectativas de superar los 20 diputados y entrar en el Gobierno por primera vez, y terminó con 14 escaños, en la oposición y con una candidata fugaz, Macarena Olona, que dejó el cargo dos meses después con fuertes discrepancias con la dirección del partido.

Esta formación, que rompió el acuerdo parlamentario con el PP para que se adelantaran las elecciones, ahora se ofrece repetidamente para cerrar acuerdos en Andalucía con vistas a allanar al camino para un pacto a nivel nacional.

La eterna división de la izquierda

Después de la gran crisis en Adelante Andalucía, que partió por la mitad a las formaciones de esta confluencia, la izquierda se presentó a las elecciones más atomizada aún, pese a los intentos frustrados por conseguir una candidatura de unidad, que sigue siendo una utopía.

Por Andalucía, la coalición que aglutina a Podemos, IU y varios partidos andalucistas, empezó con sonoras discrepancias desde su creación, que provocaron incluso que la formación morada se quedara fuera de papeleta porque el acuerdo no se cerró a tiempo.

La coalición consiguió solo cinco de los 109 diputados, pese al apoyo recibido en campaña por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y termina el año con severas divisiones internas en el grupo parlamentario, con dos bandos marcados, por un lado los diputados de Podemos y por otro las de IU y Más País.

Por su parte, Teresa Rodríguez, se presentó a los comicios en solitario con la marca Adelante Andalucía después de una negociación fallida con los integrantes de Por Andalucía, y esta división le dejó con solo dos escaños en el Parlamento.

Rodríguez ha anunciado que abandonará la Cámara andaluza en esta legislatura al cumplir ocho años de parlamentaria, aunque se mantendrá al frente de Adelante Andalucía. EFE

Edición Web: Fátima Santos