Granada, (EFE).- Luis Sánchez, marido de la edil de Maracena Vanessa Romero, secuestrada el pasado 21 de febrero por el que era novio de la alcaldesa, Berta Linares, ha explicado que ella temía represalias que no le contó antes de estos hechos, por los que se podría estar investigando a una segunda persona.
Lo ha hecho a preguntas de los periodistas y después de abandonar el pleno extraordinario que ha celebrado el Ayuntamiento de Maracena para analizar el secuestro de su mujer y la posible vinculación con la gestión municipal.
El marido de Romero, edil de Maracena 2030 y antes responsable de otras áreas como Urbanismo, ha apuntado que la víctima del secuestro sigue “muy afectada” y que no puede salir a la calle.
“Ni puede, ni quiere hablar”
Ha deseado que el que era novio de la alcaldesa, Berta Romero, “pague con muchos años en la cárcel” el secuestro y ha pedido que si “hay alguien más implicado”, también sea encarcelado.
“Ella ni puede ni quiere hablar, lo hará en su momento”, ha adelantado en alusión a la víctima, que sí le ha contado que el detenido por el secuestro habló durante su retención con dos personas y que en las horas en las que estuvo retenida nombró a la alcaldesa.
“Cuando mi mujer estaba encerrada en el maletero le dijo que se callara porque tenía que hacer dos llamadas”, ha añadido el marido de Romero, que también ha apuntado que durante el forcejeo entre la concejal y su agresor la amenazó con una barra de hierro y le dijo “o te metes en el maletero o te reviento la cabeza”.
Desencuentro por “algo laboral”
“Ella temía represalias”, ha resumido Luis Sánchez, que ha dicho que en el momento del secuestro su mujer llevaba en el coche “papeles de su trabajo” y que aunque el arrestado actuó solo, lo hizo con un plan premeditado y se investiga si con el apoyo de una segunda persona.
“Si tratan de encubrir algo es porque había algo”, ha añadido el marido de la concejal, que ha negado que el PSOE le hubiera comunicado a su mujer que no iría en las próximas listas electorales.
Ha confirmado también que la víctima no se llevaba bien con la alcaldesa “por algo laboral” y ha dicho que sabía cosas porque llevaba cuatro años de trabajo en el Ayuntamiento.
No ha querido valorar la conveniencia de una posible dimisión de Berta Linares y ha añadido que se ha ido del pleno antes de que acabara porque no le gustaba el tono de las intervenciones: “La que estaba en el maletero de un coche y a la que iban a matar era mi mujer”. EFE
