Salvador Ruiz I Málaga, (EFE).- El artista Javier Calleja, cuyas pinturas y esculturas se venden por todo el mundo a precios muy elevados, era un montador de exposiciones de diversidad de creadores que ha cumplido ahora el sueño de volver a las mismas salas donde trabajó para otros, en su Málaga natal, a mostrar la obra propia y a lo grande.
“Mr. Günter, The Cat Show” es la propuesta con 209 obras, entre ellas 121 dibujos, 23 lienzos y 25 esculturas, que recogen su evolución de los últimos siete años y que incluye creaciones expresas para esta exposición y préstamos de una veintena de coleccionistas de siete países, incluidos asiáticos y americanos.
Javier Calleja se ha emocionado cuando presenta esta muestra en el Centro Cultural Fundación Unicaja de Málaga, ubicado en el magno Palacio Episcopal.
También al recordar sus comienzos en ese lugar como trabajador en el mundo del arte montando exposiciones de otros artistas.
La revolución Calleja
Con las creaciones busca llegar al mayor número posible de personas. Además, confiesa que las obras “todas tienen un poco de yo” y describe los característicos ojos de los personajes de su particular universo creativo como los de el niño que deja de llorar, tiene los ojos aún llorosos y empieza a sonreír.
Además de montador, Javier Calleja antes trabajó en galerías de arte como asistente y ha vivido el mundo del arte desde distintas perspectivas. Una situación que admite que le proporciona una imagen más real y le hace entender a coleccionistas, comisarios y directores de museos, una “empatía” que le aporta una “visión amplia del arte”.
Aunque dice que como vendedor de arte era “malísimo”; sin embargo ahora no para de vender.
El gato denominado “Günter” es una de sus conocidas creaciones, presente a lo largo de la muestra.
Ha reflexionado sobre la presencia de palabras en sus obras: “la palabra hace pensar; el gesto hace sentir y la imagen, imaginar”. Y añade que “la palabra es el comienzo del pensamiento”.
La influencia japonesa
Con el artista ha llegado a Málaga la revolución Calleja, coleccionistas de otros países se han desplazado y hasta los hoteles del centro de la ciudad donde se alojan están decorados con imágenes que reproducen obras de este creador, que ha levantado expectación.
Para después de Semana Santa más, ya que se instalará una escultura de casi seis metros de altura en la calle Molina Lario. Sí lo ha anunciado una de las comisarias de la exposición, Alicia Gutiérrez, que cuenta que a los poderosos ojos de los personajes de Calleja les llaman “ojos gota” en Estados Unidos.
De esta manera, Shinji Minamizuka, el otro comisario, conoció a Javier Calleja en 2016 y ya le advirtió de que la influencia japonesa de su obra podía funcionar bien.
La muestra estuvo en Tokio y Canadá, pero en Málaga incluye obras no expuestas en esos lugares y que se podrán contemplar hasta el próximo 6 de septiembre, según ha informado la directora de Actividades Culturales de la Fundación Unicaja, Emilia Garrido. EFE
