Manifestación convocada por UGT y CCOO con motivo del Día del Trabajador en Madrid, en una imagen de archivo. EFE/J.j.guillenv

Los sindicatos europeos piden la mejora salarial en un Primero de Mayo previo a la cita electoral

Bruselas (EFE).- Aunque llevan años perdiendo afiliación, los sindicatos en Europa se preparan para celebrar el Día Internacional de los Trabajadores reclamando mejoras sociales e incrementos salariales con los que recuperar el poder adquisitivo perdido tras años de elevada inflación.

La afiliación sindical muestra grandes diferencias por países, posiblemente vinculada al modelo de financiación de los sindicatos, siendo los nórdicos y Bélgica los que se sitúan a la cabeza del continente y con Francia en el extremo opuesto con una de las menores cuotas de asociados.

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Los sindicatos europeos piden la mejora salarial en un Primero de Mayo previo a la cita electoral. EFE/Ronald Wittek

Sus principales reivindicaciones en este Primero de Mayo, sin embargo, coinciden: aumento salarial ante el incremento del coste de la vida. Aunque también llevarán en sus pancartas la mejora de las condiciones de trabajo, pensiones o jornada laboral y un llamamiento a la movilización del voto de cara a las inminentes elecciones europeas.

España

En España hay dos grandes sindicatos, CCOO y UGT, que suman más de dos millones de afiliados, recuperando parte del peso perdido durante la crisis de 2012, y suman una representatividad del casi el 70 % con 104.893 y 98.084 delegados sindicales, respectivamente.


De cara al Primero de Mayo, CCOO y UGT reclaman al Gobierno continuar con los avances en materia laboral iniciados en la pasada legislatura para lograr el pleno empleo -disminuyendo la elevada tasa de paro (11,8 %)-, reducir la jornada laboral y mejorar los salarios.

En los últimos años no ha habido ningún cambio en cuanto a la composición de la representatividad sindical, si bien los grandes piden un incremento de la financiación pública que reciben, en tanto que los pequeños (USO, CSIF o CGT) reclaman ser tenidos en cuenta en el diálogo social.

Alemania

La Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) agrupa a ocho sindicatos sectoriales con cerca de 5,7 millones de afiliados, un número que, no obstante, ha ido a la baja desde los años noventa cuando logró llegó a sumar 11,8 millones tras la reunificación alemana.

La DGB, en su convocatoria para los actos del 1 de mayo de este año, ha usado el lema “Más salario, más tiempo libre, más seguridad”.

Reino Unido

En Reino Unido, la afiliación sindical se situó en los 6,25 millones en 2022 representando al 22,3 % de los ocupados, una tasa que se ha reducido frente al 23,1 % del año anterior, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Empresas.

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Manifestación el Primero de Mayo en Canarias, en una imagen de archivo. EFE/Miguel Barreto

Los niveles de afiliación son más altos en el sector público, como se ha podido ver durante las numerosas huelgas que secundaron distintos sectores en el periodo en los últimos años, para pedir un incremento salarial a fin de hacer frente al alza del coste de vida.

Francia

Francia, un país con una gran capacidad de movilización social, cuenta sin embargo con la menor tasa de sindicación de toda Europa, con apenas un 10,3 % de los trabajadores afiliados, principalmente a la CFDT (con el 26,77 % de los delegados sindicales), CGT (22,96 %), FO (15,24 %), CFE-CGC (11,92 %) y CFTC (11 %).

Este año, las reivindicaciones para el Primero de Mayo se centran en movilizar el voto contra la extrema derecha en las próximas elecciones europeas y reclamar el fin de las guerras, pero también en mejorar los salarios y la protección social de los trabajadores.

Italia

También asiste a su pérdida de poder el movimiento sindical en Italia, aunque es uno de los países europeos con mayor presencia de los sindicatos, con 13 millones de italianos afiliados (incluidos pensionistas), mayoritariamente a CGIL (5 millones), seguida por la CISL (4,1 millones) y la UIL (2,3 millones).

En este Primero de Mayo, los sindicatos italianos también tendrán en mente las elecciones europeas y reclamarán construir juntos “una Europa de paz, trabajo y justicia social”.

Polonia

Pocos sindicatos europeos han tenido tanto protagonismo en la historia de su país como el polaco Solidaridad, con casi 700.000 afiliados y fuerte presencia en todos los sectores productivos, aunque desde hace más de una década ve cómo su apoyo social disminuye y se restringe a la población de mayor edad.

Solidaridad, junto a otros sindicatos como OPZZ (500.000 afiliados), reivindican este Primero de Mayo una mejora de los salarios y de los convenios sectoriales ante la altísima inflación.

Países Bajos

Al menos 1,5 millones de personas, el 17,5 % de los ocupados, estaban afiliadas a un sindicato en Países Bajos en 2021, la cifra más baja desde 1966, según los últimos datos.

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Cientos de personas en la manifestación del 1 de Mayo, en León, en una imagen de archivo. EFE/J.Casares

Las demandas actuales de los sindicatos Holandeses se centran en concluir o actualizar convenios colectivos de trabajo en diferentes sectores, como la limpieza o el metal, abriendo la puerta a mejoras salariales.

Bélgica

Bélgica es uno de los países europeos con un mayor porcentaje de trabajadores afiliados a sindicatos, con más de 3 millones de un total de 4,9 millones de ocupados, que se reparten principalmente la Federación General del Trabajo de Bélgica, de tendencia socialista (1.539.911) y la Confederación de Sindicatos Cristianos (1.500.415).

Para el Primero de Mayo, los sindicatos belgas reclaman poner fin a los contratos temporales y a tiempo parcial no deseados o establecer indicadores sociales relacionados con el trabajo precario, al tiempo que se esperan debates centrados en el avance de la extrema derecha, las mujeres trabajadoras y la sanidad.

Portugal

En Portugal, tras décadas de caída de la afiliación, actualmente poco más del 7 % de los trabajadores está afiliado a un sindicato, principalmente, a la Confederación General de los Trabajadores Portugueses (CGTP, de tendencia comunista) o la Unión General de Trabajadores (UGT, socialista).

Las reivindicaciones este Primero de Mayo se centran en una mejora de las pensiones y de los salarios, con un SMI de 1.000 euros, así como en una semana laboral de 35 horas, entre otras cuestiones específicas de colectivos, como políticas profesores o sanitarios, que han hecho surgir sindicatos sectoriales en los últimos años.

Turquía

En Turquía hay 16,3 millones de asalariados, de los que 2,5 millones (el 15 %) están afiliados a algunas de las principales uniones sindicales: TURK-IS, de tendencia liberal; HAK-IS, islamista conservadora; y DISK, de izquierdas y la más combativa.

La reivindicación más importante de todos los sindicatos es el aumento de salarios por encima de la inflación y la mejora de las condiciones de trabajo en función de cada sector.

Grecia

El 25 % de los cuatro millones de empleados griegos está afiliado a alguno de los dos grandes sindicatos del país con unos 260.000 al de funcionarios, ADEDY, que reclama un aumento de los salarios y medidas para atajar el elevado coste de la vida.

Otros 700.000 están afiliados a la central GSEE, que celebró una huelga el pasado 17 de abril, afronta el Primero de Mayo con el posicionamiento de que ese día “no debería ser festivo, ni siquiera transferible” sino “un día de huelga” y reclaman la jornada de 8 horas y la defensa de los derechos laborales fundamentales.

Suecia y Dinamarca

Los sindicatos mantienen todavía cuotas elevadas de afiliación en los países nórdicos, donde los trabajadores cuentan con incentivos para sindicarse y cuyo modelo de negociación laboral está basado en convenios colectivos para cada rama de actividad.

En Suecia, el número de afiliados supera los 3,3 millones, un 68 % de la masa asalariada, mientras que en Dinamarca es de algo más de 1,9 millones, un 64 % del total de asalariados.

La defensa del Estado de bienestar frente a los recortes impulsados en los últimos años está en el centro de las reivindicaciones de los sindicatos nórdicos para el Primero de Mayo.

Finlandia

Finlandia cuenta con cerca de 80 sindicatos agrupados en torno a tres grandes centrales obreras con un total de 1,9 millones de afiliados, el 58,8 % de la población ocupada, de forma que es el cuarto país con mayor participación sindical (por detrás de Islandia, Dinamarca y Suecia) aunque ha perdido fuerza.

El movimiento sindical finlandés mantiene actualmente un pulso con el Gobierno de derechas, que pretende reducir el poder de las organizaciones obreras impulsando la negociación local en las empresas y limitando a un día las huelgas políticas.

Austria

En total, 1,2 de los 4 millones de asalariados, el 30 % del total, está afiliado a algunos de los siete sindicatos sectoriales que conforman la Federación Austriaca de Sindicatos (ÖGB), en un país donde los conflictos laborales se suelen resolver en la mesa de negociación y son muy raros los paros o huelgas.

De cara al Primero de Mayo, entre sus reivindicaciones principales están la reducción de la jornada laboral y la lucha contra la inflación.