Captura de video en la que se puede ver a Beatriz Flamini, deportista de élite, alpinista y escaladora, en la cueva de Granada. EFE/Dokumalia

Beatriz Flamini abandona la cueva donde ha estado 500 días sola y aislada

Motril (Granada), (EFE).- La deportista de élite, alpinista y escaladora Beatriz Flamini ha abandonado este viernes la cueva en la que ha permanecido sola durante 500 días a 70 metros de profundidad, cumpliendo así el reto que se propuso cuando decidió vivir este desafío personal en el que han estado involucrados psicólogos, espeleólogos y entrenadores físicos.

Con la ayuda de miembros del Grupo de Actividades Espeleológicas de Motril, en la costa de Granada donde se ubica la cavidad, Flamini ha salido minutos después de las 9:00 horas en aparente buen estado de salud.

Con gafas de sol para protegerse la vista y una amplia sonrisa del refugio bajo tierra, su hogar durante los más de 16 meses que ha durado el experimento, con el que ha batido además un récord mundial.

A primeras horas de la mañana bajaron a la cueva dos espeleólogos y una psicóloga para dar cobertura a la deportista en su salida al exterior, que se ha prolongado unos 40 minutos.

En el exterior de la cueva la esperaban, además de personas involucradas en el proyecto, amigos que, con mascarilla para proteger su salud, la han recibido con un fuerte aplauso, a lo que Flamini, de 50 años, responde diciendo que los quiere “un montón”, que se siente “muy agradecida” y ha pedido disculpas y que no tomen en cuenta lo sucedido abajo.

Sin comunicación alguna

Largos abrazos con amigos y miembros del equipo que ha seguido a diario su situación se han sucedido en la acogida de la deportista, que ofrece a partir de las 11:00 horas una rueda de prensa para relatar su experiencia.

Durante todo este tiempo, Beatriz Flamini ha ido dejando las tarjetas que grababa en la zona de intercambio de la cueva programada con los espeleólogos, donde también se producía la entrega de alimentos y retirada de basura sin comunicación alguna.

Esta vivencia forma parte del proyecto “Timecave”, que se inició hace dos años, cuando esta apasionada de expediciones en solitario por las cimas más altas del mundo y experta en autosuficiencia contactó con la productora Dokumalia para plantearle el reto de permanecer sola y sin contacto exterior en una cueva durante 500 días.

La productora registra su vida cotidiana a setenta metros bajo tierra, que grupos de investigación de las universidades de Granada y Almería han seguido de cerca para estudiar cómo afecta el aislamiento social y la desorientación temporal extrema a la percepción del tiempo, así como los cambios neuropsicológicos que conlleva este desafío ante la soledad, la falta de luz natural y el aislamiento cognitivo y social. EFE