David Villodres I Málaga, (EFE).- “Una canción me tiene que emocionar para grabarla”, asegura el cantante Jairo Zavala, conocido artísticamente como Depedro, que reconoce no tener ningún “protocolo” a la hora de componer canciones y que por eso se lo toma “con calma”.
En una entrevista con EFE, Zavala (Madrid, 1973) explica que lo que más le interesa de la música es contar “lo cercano”, algo con lo que la gente pueda sentirse identificada, aunque admite no hacerlo “a propósito”, y que “no hace falta recurrir a ideas grandilocuentes para contar grandes historias”.
“No tiene sentido la música si no la puedo compartir”, añade el artista.
Para Zavala, la música es una constante retroalimentación diaria: “Me han influido muchos artistas a lo largo de mi vida y aún lo siguen haciendo”.
También reconoce que, aunque al principio no se diera cuenta, el hecho de que su padre sea peruano y su madre creciera en África también ha influenciado en su evolución musical.
Un músico de directos
Su último álbum, “Antes de que anochezca”, fue editado a partir del directo de un concierto que el grupo dio en Madrid: “Nos pareció muy emocionante por la cantidad de gente que había ido, lo grabamos y, a posteriori, nos dimos cuenta de que merecía la pena editarlo”.
Añade, sin embargo, que, aunque intentaron reflejar en el disco cómo suena la música en directo, “nunca te acercas porque es imposible reflejar la atmósfera física del escenario y la gente en una grabación”.
Y es que Zavala es, ante todo, un músico de directos, un cantante que no tiene pensado qué tocar hasta 10 minutos antes de salir a escena: “Me gusta que cada concierto sea diferente y único. Es una manera de entender la música como si estuviera viva, que el público esté atento y tenga curiosidad”.
El vocalista de Depedro afirma con vehemencia que no va a cambiar “por nada” su estilo musical, que sería “ridículo y absurdo” introducir otro tipo de ritmos en sus canciones y que no va a ponerse “ningún traje” porque él hace “música orgánica, con instrumentos de verdad”.
“Si escuchas mis letras te das cuenta de que soy una persona optimista, soy de ver el vaso medio lleno”, asegura el cantante, quien también reconoce que, aunque a veces se cuele entre sus composiciones su forma de ver el mundo, no cree que haya decirle a la gente lo que tiene que pensar con la música.
El artista no se explica por qué su música tiene tantos seguidores: “No sé por qué la gente elige comprar una entrada y venir a verme, pero como todos los músicos, nadie conoce la clave del éxito”.
El impacto de la pandemia
El próximo viernes, 21 de julio, Depedro actuará en el Brisa Festival de Málaga. Una ciudad a la que recuerda con mucho cariño y que espera que le reciba “como siempre lo ha hecho”. Admite tener “muchas ganas” de subirse al escenario de la plaza de toros de La Malagueta.
El artista madrileño, que también ha actuado en países de Latinoamérica, reconoce que el recibimiento y la energía en ambos lados del Atlántico es muy “similar” y que ese es uno de los motivos por los que su proyecto es “tan viajero”.
Ahora, Zavala está inmerso en la grabación de un nuevo disco, aunque aún no puede dar fecha de lanzamiento.
Depedro ha colaborado con artistas de la talla de Luz Casal, con quien canta “Te sigo soñando”, o Izal, con “Nubes de papel”, ambas con millones de reproducciones en las distintas plataformas musicales.
“La industria de la música no es tan grande como parece . Todos nos conocemos y yo no llevo dos días tocando”, explica.
“Máquina de piedad”, el último disco de estudio de Depedro, salió aún bajo las restricciones en los espectáculos por la pandemia del coronavirus, y señala que tiene por ello una sensación de “un poco de resquemor”, porque no pudo tener “el empuje del público”.
Aun así, se alegra porque pudo hacer varios conciertos tiempo después y el público conectó “emocionalmente” mucho con las canciones. EFE