Málaga, (EFE).- Agosto, el mes de vacaciones por excelencia en España, se inicia con buenas perspectivas para el turismo en Andalucía, con una previsión de estancias hoteleras a niveles de 2019, aunque los empresarios avisan de un menor ímpetu en las reservas por la inflación y la subida de los tipos de interés.
El último informe de movimiento hotelero de Andalucía, elaborado por la Junta a partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), apunta a que los hoteles andaluces contabilizarán 7.645.000 pernoctaciones en agosto. Un 5 % más que en el mismo mes de 2022, y ligeramente por encima del registro de 2019 (7.612.115).
Este dinamismo se refleja en la mayoría de las provincias, ya que se prevé que todas superen los registros de estancias de agosto de 2022. A excepción de Almería y Huelva, que experimentarán pequeños descensos.
En Málaga, con una cuota del 38 % del total regional, la Junta espera un aumento interanual del 8,3 %, hasta alcanzar las 2.909.000 estancias. Superando así las 2,7 millones de noches de 2019, según los datos recabados por EFE.
Menos turismo nacional en la Costa del Sol
Sin embargo, la patronal hotelera de la Costa del Sol (Aehcos), se muestra prudente sobre la evolución de este mes. En el que pronostica una ocupación media del 83,42 %. 4,6 puntos por debajo del pasado año, por lo que fía una mejora a las reservas de última hora.

El presidente de Aehcos, José Luque, achaca esta ligera bajada en la ocupación a la reducción de la demanda del turista nacional. Que se observa desde mayo y está relacionada con “los incrementos de los tipos de interés de las hipotecas. La inflación y la subida de los combustibles”.
De hecho, se espera que el 45 % de los turistas alojados en hoteles sean de procedencia nacional. Cuando otros años su peso en agosto rondaba el 50 % en este destino.
El informe de la Junta sitúa en segundo lugar por volumen de estancias a Cádiz, con 1.409.000, un 5,2 % más que en 2022. Seguida de Almería, con 1.010.000 pernoctaciones (-1,6 %); Huelva, con 747.000 (-0,1 %); Sevilla, con 656.000 (+7 %). Granada, con 630.000 (+4 %); Córdoba, con 171.000 (+9,4 %) y Jaén, con 112.000 (+3,8 %).
Si se compara la previsión de agosto de 2023 con el mismo mes de 2019, mejorarían sus resultados de estancias hoteleras. Además de Málaga, las provincias de Cádiz, Sevilla, Granada y Jaén.
Estancias más cortas para gastar menos
El presidente de la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Fahat), Juan Zapata, ha señalado a EFE que agosto será “algo mejor” que 2022. Y estará “en línea” con 2019, con las mejores ocupaciones en la franja litoral, como es habitual en estas fechas.

En la semana previa a las elecciones generales, los hoteleros detectaron una “pequeña bajada” en la demanda. Que se recupera ahora, con unas previsiones para agosto y la primera quincena de septiembre “buenas”. Si bien la inflación se refleja en unas “estancias medias más cortas”.
Aunque la previsión de la Junta apunta a la total recuperación del turismo al nivel precovid este verano, Zapata ha apuntado que las empresas están “resentidas por el endeudamiento” que tuvieron que afrontar durante la pandemia y que la rentabilidad también es menor por el aumento de costes.
Precios inferiores a los esperados en las viviendas
También se espera un agosto similar al de 2019 en las viviendas turísticas, aunque menos intenso que el pasado año. En general, el verano “no está siendo tan frenético” como el que propició el denominado “turismo de venganza” tras la covid-19, que “fue una auténtica locura”, ha afirmado a EFE el presidente de la patronal AVVAPro, Carlos Pérez-Lanzac.
Las ocupaciones y precios medios se sitúan esta temporada alta algo por debajo de lo esperado por los profesionales de este segmento, ha reconocido Pérez-Lanzac, quien ha apuntado que las zonas de playa, como Marbella, Málaga, Nerja o Cádiz, son las más solicitadas por los viajeros.
El presidente de AVVAPro ha destacado que, a raíz de la pandemia, el uso de estos alojamientos turísticos se “ha normalizado” por la privacidad que ofrecen, el espacio y la ventaja de poder cocinar en casa, que supone un ahorro para muchas familias.
En cuanto a la rentabilidad, ha coincidido con los hoteleros en que ésta ha disminuido por el incremento de los costes energéticos y las subidas salariales.EFE