El escritor peruano Fernando Iwasaki que ha publicado una antología literaria. EFE/John Riley/ARCHIVO

La antología literaria como biopsia, en el humor benigno de Fernando Iwasaki

Alfredo Valenzuela | Sevilla (EFE).- Un cuento gay, un microrrelato trans, un relato hétero, un ensayo sobre el habla peruana, un artículo sobre fútbol y una presentación gastronómica forman parte de la antología literaria que ha publicado Fernando Iwasaki, cuyo humor le lleva a comparar con una biopsia.

“Es una biopsia literaria porque las antologías siempre son de un solo género, pero aquí hay ensayos, columnas, conferencias, presentaciones, cuentos o microrrelatos”. “Por eso es una biopsia, porque se trata de una muestra que contiene células padre de todo lo que he escrito”, ha dicho a EFE el escritor peruano.

¿Y por qué no las llama células madre, como todo el mundo? “Porque he recurrido a una cita de Borges para el pórtico de ‘Célula Padre'”. Así es como se llama esta antología, o “biopsia literaria” que ha publicado la editorial Renacimiento, y esa cita del maestro argentino dice:

Célula primordial

“La célula primordial no es el verbo, sino el adjetivo monosilábico”, unas palabras a las que añade Iwasaki: “Por eso en Tlön existían poemas de una sola palabra”. “Porque célula madre sólo hay una y, células padre, cualquier cantidad”.

“La variedad de textos compilados en ‘Célula Padre’ se corresponde con su heterogénea procedencia porque fueron publicados en Perú, Ecuador, Chile, Costa Rica, México, Alemania y España, y algunos ni siquiera aparecieron en libros de mi única autoría, sino en obras colectivas”, ha explicado el autor.

De su libro ha añadido que “no sólo es una biopsia literaria sino un test de ADN editorial, ya que me aparecen editoriales de siete países distintos. Y dentro de España, también he sido muy promiscuo, pues la biopsia incluye muestras publicadas en Sevilla, Madrid, Barcelona, Oviedo, Bilbao, Logroño y Cádiz”.

Libro de Borges destruido

Entre lo más curioso de todo ese recorrido literario por ciudades y editoriales está el relato que hace Iwasaki de cómo el poeta, editor y librero de viejo sevillano Abelardo Linares destruyó una copia mecanografiada de ‘Los naipes del tahúr’. Este fue el primer libro que Jorge Luis Borges escribió, con 19 años:

“Abelardo le compró a un ropavejero de Madrid el baúl que contenía las pertenencias del escritor rosarino Manuel Forcada Cabanellas. Estaba perdido al estallar la Guerra Civil. De ahí rescató los tomos empastados de la revista ‘Grecia’, que fueron la base de la edición facsimilar, además de libros y cartas”.

“Según Abelardo, aquellos ensayos adolescentes se le cayeron de las manos y decidió cumplir con la voluntad de Borges. Hay gente muy mala —me dijo— que sería capaz de publicarlo”.

Sobre esta relación de Abelardo Linares con Borges, Iwasaki ha añadido que, en 1982, el sevillano viajó hasta Buenos Aires para conocer personalmente al maestro argentino. En uno de aquellos encuentros Borges le encareció que si alguna vez caía en sus manos algún ejemplar de ‘Inquisiciones’ o de ‘El tamaño de mi esperanza’ los destruyera.

El autor ha querido añadir que su ‘Célula Padre’ forma parte de “una tradición literaria que se remonta al Siglo de Oro. Entonces a los escritores no les disgustaba compartir misceláneas donde el teatro dialogaba con la poesía. Y ambos con la crónica o la historia natural. A ese linaje pertenecen libros de Enrique Jardiel Poncela, de Guillermo Cabrera Infante, de Juan Bonilla o de Felipe Benítez Reyes“. EFE