El sacerdote Alfonso Medina Crespo a sus 86 años va a cumplir medio siglo como organista en la Catedral de Jaén una de las joyas del templo catedralicio que aspira a su declaración por la Unesco como Patrimonio Mundial. EFE/ José Manuel Pedrosa

Medio siglo como organista de la catedral de Jaén

Ginés Donaire I Jaén, (EFE).- A sus 86 años, el sacerdote Alfonso Medina Crespo va a cumplir medio siglo como organista de la catedral de Jaén, un órgano originario del siglo XVIII que luce en la parte superior del coro capitular y que es una de las joyas del templo catedralicio que aspira a su declaración por la Unesco como Patrimonio Mundial.

“Esto es un oficio que requiere mucha vocación y mucho sacrificio. Y, por desgracia, está amenazado de continuidad porque no hay relevo generacional”, declara a EFE Alfonso Medina. Uno de los últimos exponentes de este tipo de órganos del país.

El sacerdote explica los pormenores de un órgano de tipo de español, en una sola caja, con trompetería a cada lado. Y que originariamente contaba con 3.600 tubos y que, tras una reforma posterior, quedó con 1.600 tubos.

Alfonso Medina, natural de Sabiote (Jaén), se ordena sacerdote en 1961. Y en 1975 accedió a la plaza de organista en sustitución de Guillermo Álamo Berzosa.

Aunque el órgano primitivo data del siglo XVIII, Alfonso Medina toca con mucha más asiduidad otro órgano instalado en el coro. Y al que, desde 1986, se le incorporó un nuevo sistema de transmisión eléctrica del teclado pero que mantiene su anterior sistema neumático.

Órgano descompuesto en la Guerra Civil

“Cada día tengo que practicar, y lo hago en un órgano de mi propiedad que hay en la Cripta de la catedral”, explica el octogenario sacerdote. Que, tras terminar el Seminario, cursó la carrera de Piano en el Conservatorio de Córdoba y más tarde se especializó en este tipo de órganos en la Escuela Superior de Música Sacra de Madrid. Un centro ya cerrado por falta de alumnos.

organista catderal Jaén
El sacerdote Alfonso Medina Crespo a sus 86 años va a cumplir medio siglo como organista en la Catedral de Jaén una de las joyas del templo catedralicio que aspira a su declaración por la Unesco como Patrimonio Mundial. EFE/ José Manuel Pedrosa

Bajo proyecto del organero del obispado de Cádiz, José García, se fabricó la caja para el órgano de la catedral de Jaén con la colaboración de Manuel López, maestro tallista jiennense. Para acoger el órgano cuya construcción inició Fernando Antonio de Madrid en 1786 para inaugurarse tres años más tarde. El 11 de junio de 1789, en la festividad del Corpus.

El órgano primitivo lo formaban 3.600 tubos distribuidos en tres órganos distintos (principal, cadereta y ecos) albergados en la única caja que hoy se conserva. Con los cuales se obtenía una gran variedad de registros.

Durante la Guerra Civil, el órgano se descompone y sus tubos empleados para otros fines. Según cuenta la leyenda los de mayor envergadura se utilizaron para simular defensas antiaéreas, dispuestos en las torres de la catedral. Y en el castillo de Santa Catalina de la localidad.

Instalación eléctrica en 1986

En 1943 el órgano se reconstruye, quedando con secretos neumáticos y también dos órganos (principal y recitativo). Incorporándose una consola compuesta de dos teclados y un pedalier hasta la instalación en 1986 del sistema de transmisión eléctrica del teclado.

Dentro de la misma caja se encuentran dos fuelles, existiendo otro más en una dependencia bajo la misma, los cuales son actualmente insuflados por una silenciosa motobomba.

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El sacerdote Alfonso Medina Crespo a sus 86 años va a cumplir medio siglo como organista en la Catedral de Jaén una de las joyas del templo catedralicio que aspira a su declaración por la Unesco como Patrimonio Mundial. EFE/ José Manuel Pedrosa

La caja barroca actual comprende cinco castillos en cada una de sus fachadas (coro y nave lateral del Evangelio) y uno en cada uno de sus lados, acabados los castillos-torreón en unos capulines y coronados éstos por grandes ángeles trompetistas.

“Yo mientras pueda seguiré porque es mi vocación y mi vida”, concluye Alfonso Medina, al que no se le resisten las 40 escaleras que hay que subir para acceder a este órgano que es uno de los reclamos de los visitantes que recibe a diario la catedral de Jaén. EFE