Málaga (EFE).- Las redes sociales se han convertido en el principal aliado de las televisiones públicas para acercar a los jóvenes sus archivos audiovisuales. Unos contenidos que, en ocasiones, se viralizan o convierten en memes, alcanzando un éxito que traspasa fronteras. Esto ocurrió con ‘El Risitas’ y su contagioso ataque de risa en un programa de Canal Sur.

Con distintas estrategias y recursos, los archivos audiovisuales de las televisiones públicas españolas se esfuerzan por dar a conocer sus contenidos a los jóvenes y recorren para ello a los canales en los que se mueven estas audiencias, como son Twitter (ahora X), Facebook, Instagram o YouTube.

Sobre ello han investigado los profesores de Periodismo de la Universidad de Málaga (UMA) Juan Francisco Gutiérrez y Antonio Cuartero, que han analizado cuantitativa y cualitativamente el trabajo que realizan los archivos de RTVE, la televisión pública española, y de RTVA, la cadena autonómica andaluza, para conseguir llegar a adolescentes y jóvenes veinteañeros a través de Internet.

El artículo, publicado en la revista internacional “Studies in Communication Sciences”, constata que tanto el Archivo RTVE como MemorANDA, como se conoce al de RTVA, están haciendo grandes esfuerzos por revitalizar su contenido y su audiencia, un trabajo que ha llevado a los documentalistas a reconvertirse en una suerte de ‘community managers’ o gestores de comunidades virtuales, pues son ellos los encargados de dar una segunda vida en las redes a viejos contenidos televisivos.

El estudio se enmarca en los proyectos de investigación que sobre la televisión y las audiencias juveniles son desarrollados desde la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UMA.

El archivo de RTVE

RTVE cuenta con el mayor archivo de la televisión de España, que es a su vez el de mayor éxito entre los jóvenes, ya que tiene un fondo más extenso y más recursos, así como una política más claramente orientada a la difusión de su patrimonio audiovisual.

El equipo responsable de los perfiles del Archivo RTVE está formado por tres personas, que publican contenidos a diario, principalmente en Twitter, Facebook e Instagram. Y muchas de sus publicaciones se abren con una pregunta dirigida a la audiencia con el objetivo de interactuar con ella.

Utilizan además un discurso desenfadado, cercano y directo, “aspecto esencial para atraer la atención de los espectadores más jóvenes”, resaltan los autores del artículo.

Sus documentos audiovisuales tienen una media de 10.000 visualizaciones. Y el material compartido pertenece principalmente al período comprendido entre mediados de los años 70 y principios de los 90.

El caso MemorANDA

MemorANDA, en cambio, tiene un solo responsable de sus redes sociales, por lo que su actividad en Internet, principalmente en Twitter y YouTube, es menor. Y el contenido es “más impersonal y estático”.

En este caso, la estrategia seguida es la de publicar contenido no tanto por su fecha de producción, sino en base a una lista de aniversarios seleccionados, con dos períodos destacados: el año 1989, cuando nació RTVA, y los años 2000.

Juan Francisco Gutiérrez y Antonio Cuartero revelan en su artículo que en los contenidos difundidos por RTVA se observa una cierta repetición de tópicos regionales. Son a causa de una elevada presencia, entre otros contenidos, del flamenco. El 92 % de los mensajes sobre música publicados en la antigua Twitter (ahora X) se refieren a este género musical.

“Esto hasta cierto punto es preocupante debido a la reiteración de clichés o al éxito de determinados estereotipos regionales en los nuevos medios sociales digitales”. Señalan los autores que la presencia del flamenco es “más equilibrada” en el Archivo RTVE. Representa el 8 % de los mensajes publicados con temática musical, lo que “responde mucho mejor a la realidad nacional de España”.

Diferentes estrategias, mismo objetivo

A pesar de que las estrategias que siguen RTVE y RTVA son diferentes, la conclusión de los investigadores de la UMA es que están teniendo éxito. Al conseguir conectar los archivos con el público joven y viralizar algunas de sus publicaciones. “Eso demuestra que no hay un solo camino ni una sola respuesta, sino muchas estrategias que funcionan”, destaca Cuartero a EFE.

“El esfuerzo que están haciendo ambos archivos es realmente relevante. Si se les diera un poco más de recursos se podría conseguir un objetivo mucho mayor”, apunta el investigador.

Por norma general, los contenidos que más éxito tienen en redes son aquellos que apelan a las emociones y la nostalgia. Los que son de corta duración, resultan fáciles de entender. O los que son de humor o tienen una estrecha relación con debates actuales de la sociedad.

Así pasó, por ejemplo, con el vídeo del alegato feminista de Rocío Jurado en RTVE, que acumula cientos de miles de visualizaciones. O con la intervención de Ana Orantes en 1997 en un programa de Canal Sur, donde relató los malos tratos sufridos durante 40 años. Días después, la mujer fue asesinada por su exmarido.

Éxito internacional de “El Risitas”

Pero sin duda uno de los casos más exitosos en España es el del ataque de risa de Juan Joya, apodado ‘El Risitas’, en el programa “Los ratones coloraos” de Canal Sur. Una intervención que traspasó fronteras y se convirtió en un ‘meme’ de alcance internacional.

“El éxito del personaje fue tal que pasó a formar parte de la memoria televisiva de Canal Sur y a partir de ahí pasó a ganar popularidad en toda España”, apuntan Gutiérrez y Cuartero. Recuerdan que ‘El Risitas’, ya fallecido, ha protagonizado multitud de montajes en Internet y ‘memes’ que han llegado a países como Francia, Finlandia o Estados Unidos.

En su trabajo, los expertos destacan que los contenidos de las televisiones públicas, deben fomentar un mayor compromiso con las audiencias jóvenes. Y deben ser “cuidadosamente seleccionados y acompañados de políticas de contextualización que no perviertan el origen de estos archivos”.

Y es que, “aunque los memes pueden ser un arma muy útil para la resurrección de algunos archivos audiovisuales”, hay que tener en cuenta, subrayan Cuartero y Gutiérrez, que “este tipo de servicios públicos debe tener como objetivo ampliar el conocimiento del pasado entre las audiencias y no convertirse simplemente en una herramienta de entretenimiento”. EFE