Málaga (EFE).- Un equipo multidisciplinar del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y Plataforma en Nanomedicina (IBIMA Plataforma BIONAND) ha publicado un estudio que avanza en mejorar el diagnóstico de alergias a ciertos fármacos.
El estudio está liderado por investigadores del grupo de “Enfermedades Alérgicas a Fármacos y Alérgenos”, cuyas investigadoras responsables son la catedrática de la Universidad de Málaga y coordinadora científica del área “Enfermedades Autoinmunes, Infecciosas, Inflamación y Alergia” de IBIMA Plataforma Bionand, María José Torres, y la co-investigadora responsable del grupo de alergias, Cristobalina Mayorga.
El trabajo se ha publicado en la revista Advanced Healthcare Materials, según han informado este jueves en un comunicado conjunto IBIMA, la Junta y la Universidad de Málaga, y el estudio lo califican de “revolucionario”.
Límites en las opciones de tratamiento
Las alergias a fármacos suponen un problema importante para los pacientes que las sufren, ya que limita las opciones de tratamientos de distintas enfermedades. Y obliga a usar fármacos alternativos que son con frecuencia menos eficaces. Y todo esto tiene un impacto significativo en la calidad de vida de las personas afectadas.
En particular, en el caso de alergia a antibióticos betalactámicos (como la amoxicilina), se ven obligados a utilizar antibióticos que no son de primera línea. Esto también favorece la aparición de resistencias bacterianas, un problema grave que va en aumento.
En este contexto, el investigador postdoctoral Ramón y Cajal, Juan Luis París, junto con el equipo de investigadores de IBIMA Plataforma BIONAND han desarrollado un sistema innovador basado en nanopartículas que es capaz de eliminar de forma rápida y sencilla la inmunoglobulina G del suero de los pacientes, con una eficacia en la retirada de inmunoglobulina G al menos cuatro veces superior al material comercial de mejor rendimiento descrito hasta ahora.
La importancia de los métodos seguros
Por su parte, María José Torres ha señalado que “por este motivo es importante contar con métodos seguros y sencillos. Estos permiten distinguir correctamente a los pacientes que son realmente alérgicos a estos fármacos. Así solo se evita su uso en los casos en los que realmente sea necesario”.
Además, Torres ha añadido que, sin embargo, el diagnóstico de alergia a fármacos por métodos in vitro, por ejemplo, mediante un análisis de sangre, es difícil. “Los métodos disponibles son poco sensibles, y los métodos in vivo (pruebas cutáneas o provocación) presentan problemas de seguridad. Existe la posibilidad de desencadenar una reacción alérgica en el paciente”, ha puntualizado.
Uno de los factores que dificulta el diagnóstico in vitro de la alergia a fármacos es la baja concentración en suero del principal marcador. Este es el que se usa para el diagnóstico, inmunoglobulina E específica del fármaco, frente a otras inmunoglobulinas, sobre todo G, que es la mayoritaria.
Por su parte, Cristobalina Mayorga ha manifestado que “cuando estos sueros tratados con nanopartículas se analizaron por las técnicas convencionales usadas en laboratorios de análisis clínicos, se observó un aumento de la sensibilidad en la detección inmunoglobulina E específica frente a amoxicilina, lo que tiene el potencial de facilitar el diagnóstico in vitro de pacientes alérgicos a este fármaco”. EFE