José Luis Picón | Málaga (EFE).- Pablo Picasso tuvo un potente eco en la prensa, la televisión, la fotografía, el cine, la publicidad o el cómic, que no siempre mostraron una visión positiva de su figura, y cincuenta años después de morir sigue inspirando incluso canciones de reguetón o de la música popular coreana K-Pop.
La Casa Natal de Picasso ha reunido ese eco mediático en su nueva exposición temporal, incluida en los actos conmemorativos del 50 aniversario de la muerte del artista y también en el Octubre Picassiano, el programa de actividades con el que conmemora cada año el mes de nacimiento del creador malagueño.
Su comisario, Mario Virgilio Montañez, ha explicado este miércoles en la presentación que esta muestra “es un reflejo de Picasso, pero también de la sociedad en la que vivió”.
El pintor fue “una figura plenamente artística”, pero a partir de la Guerra Civil española y su compromiso con el bando republicano se convirtió también “en una figura política”, algo que se acrecentó tras la Segunda Guerra Mundial y su afiliación al Partido Comunista Francés, ha añadido Montañez.
Figura omnipresente
Durante los años siguientes, el malagueño “fue una figura omnipresente en los medios de comunicación” y se mostró como un artista “que estaba siempre sorprendiendo y siempre era polémico”.
En total, se han reunido casi un centenar de piezas, de ellas 38 audiovisuales, con un recorrido que arranca en 1937 con el artículo periodístico “Media hora en el estudio de Picasso”, firmado por Georges Sadoul, quien relataba cómo asistió a la creación de la “monumental pintura mural para el pabellón español” de la Exposición de París que sería el “Guernica”.
La Casa Natal no ha querido evitar la visión negativa acerca del artista, con un apartado que denomina “La leyenda negra picassiana” y que recoge testimonios desde la década de los 50.
Se puede ver un artículo publicado por el ABC en 1956 que aseguraba en su titular que “Los cinéfilos de Cannes no han recibido con el esperado entusiasmo ‘El misterio Picasso'”, la película de Georges Clouzot.
Otro texto del ABC, este de 1958, tenía el titular “Ochocientos pies cuadrados de disparates es lo que ha pintado Picasso para la UNESCO, dice el presidente de la Royal Academy”.
Le Figaro
La publicación francesa Le Figaro recogía en 1955 las palabras del presidente de la Academia de Bellas Artes de la URSS: “Picasso, un excelente combatiente por la paz, pero nunca un pintor”.
“¿Debemos quemar o adorar a Picasso?” se preguntaba en 1953 el periódico francés L’Aurore, mientras que otra publicación del país vecino titulaba un reportaje “Picasso, vencido por un niño de 4 años” y daba el protagonismo a un menor de esa edad que, según el texto, podía pintar mejor que el malagueño.
La exposición tampoco obvia la controvertida relación del artista con las mujeres, un tema que partió, como señala el comisario, de la publicación en 1964 del libro “Vida con Picasso” por parte de Françoise Gilot, una de sus compañeras.
Ese primer título dio pie, ya a finales de los 80, a otro libro, “Picasso: creador y destructor”, de Arianna Stassinopoulos Huffington, que abordaba la supuesta misoginia y egoísmo del artista, y a principios de este siglo, “Picasso, mi abuelo”, de Marina Picasso.
“Se ha disparado con munición gruesa basándose en un conocimiento no profundo de Picasso, que nació en 1881 y al que se intenta juzgar con parámetros del siglo XXI, y eso es alterar la historia. De ahí viene esa distorsión”, apunta al respecto Montañez.
Pero, finalmente, a su muerte, a Picasso se le reconoce unánimemente como el gran innovador que fue e, incluso un medio que no era sospechoso de compartir su ideología como el diario Arriba, tituló la noticia: “Ha fallecido un gran artista español”. EFE