La futura Biblioteca de Málaga, un gran viaje en el tiempo por 25 siglos. EFE/ Irene Martín Morales

La futura Biblioteca de Málaga, un gran viaje en el tiempo por 25 siglos

José Luis Picón | Málaga (EFE).- La futura Biblioteca Pública del Estado en Málaga, en el antiguo Convento de San Agustín, ofrecerá un viaje en el tiempo por más de veinticinco siglos, gracias a los importantes hallazgos arqueológicos en el subsuelo de este edificio del siglo XVI, algunos de los cuales serán visitables.

“Es un mapa de la historia de la ciudad que empieza en los restos de la muralla de la Malaka fenicia”, afirma en una entrevista con EFE José María Mediero, secretario técnico de Infraestructuras del Ministerio de Cultura.

Tras esa primera etapa fenicia arcaica, que coincide con la fundación de la ciudad entre los siglos VII y V antes de Cristo, destaca el hallazgo de una batería de piletas de la época romana donde se almacenaba el “garum”, la salsa a base de pescado por la que Málaga era famosa en la capital del Imperio.

“Lo que más me emociona es esa serie de piletas, que es uno de los hallazgos más importantes”, resalta Mediero, que añade que de la época musulmana se ha hallado el patio de una vivienda, presidido por un alcorque central y datado entre los siglos XII y XIV.

Criptas para los monjes

Ya a partir de la Reconquista cristiana, primero se han encontrado restos de edificios de nobles y, de la época desde la construcción del convento, las criptas donde eran enterrados los monjes agustinos, con numerosos restos óseos, otro de los grandes descubrimientos.

También han salido a la luz vestigios de aljibes de la época conventual e, incluso, de la estancia en la ciudad de las tropas napoleónicas durante dos años.

Desde la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, han dejado su huella en el edificio los distintos usos que ha tenido, como Ayuntamiento, hospital de sangre para los heridos de la guerra de África, colegio o facultad universitaria, entre otros.

La rehabilitación del inmueble se ha “ralentizado” por la excavación arqueológica, admite Mediero. Y los hallazgos han obligado a modificar el proyecto original.

Piletas romanas visitables

Las piletas romanas serán visitables, la gran cripta principal tendrá un acceso para investigadores. Y otros elementos como la muralla fenicia podrán divisarse a través de un vidrio. Mientras que algunos muros quedarán “descarnados” para que se puedan observar los distintos estratos de las épocas constructivas.

Algunos micropilotes de cimentación serán trasladados para no dañar los restos arqueológicos. Y también se modificará su profundidad para que alcancen la zona más compacta del terreno.

Otra novedad importante estará en lo que será el corazón de la Biblioteca de Málaga, la sala de lectura en el claustro del antiguo convento. Que será cubierto por una estructura acristalada.

Esa estructura iba a estar apoyada sobre los muros maestros originales del convento. Pero, “después de ser mil veces alterados, hay dudas sobre su resistencia y sobre si serían capaces de soportar la estructura”. Por lo que se crearán unas nuevas vigas de apoyo pegadas a los muros, precisa el secretario técnico.

La obra se encarece

Estas modificaciones encarecerán el presupuesto original para la rehabilitación del edificio, de 14,9 millones de euros, en otros 2,9 millones. A lo que se sumará posteriormente la fase de dotación de mobiliario y equipamiento de la Biblioteca de Málaga.

También se prolongará el plazo de ejecución, previsiblemente entre seis y doce meses. Respecto al periodo estimado de 45 meses cuando comenzaron las obras a principios de 2022.

El proyecto modificado “debe pasar todavía por muchos pasos administrativos. Porque se está trabajando con una joya y los requisitos son muchos”, admite Mediero.

“Esto es una golosina, algo muy bonito e ilusionante. Estamos trabajando en el centro histórico de la ciudad. Con todas las culturas a la vista y el proyecto es de muy buena calidad”, resalta el secretario técnico sobre el que es actualmente el gran proyecto cultural del Estado en Málaga. EFE