Exterior de la casa museo de Manuel de Falla en Granada, una de las residencias que, junto a otros palacios y cármenes repartidos por la ciudad, aún conserva la huella de los personajes ilustres o históricos que las habitaron. EFE/Pepe Torres

De Lorca a Falla, Eugenia de Montijo o Mariana Pineda: La huella de ilustres en Granada

Belén Ortiz | Granada (EFE).- Ciudad de origen o acogida de personajes ilustres, históricos o populares, Granada aún conserva su huella a través de las casas, cármenes o palacios donde habitaron muchos de ellos. Hoy están abiertos al público en algunos casos o sin más recuerdo que el de una placa en otros. Lorca, Falla, la emperatriz Eugenia de Montijo y Carlos V son algunos ejemplos.

Convertida en Casa-Museo desde 1995, cuando abrió al público, la popularmente conocida como Huerta de San Vicente, lugar de veraneo de la familia Lorca desde 1926, continúa en pie en el parque de Granada que lleva el nombre del poeta. Es un lugar de esparcimiento y ocio en el que se erige esta vivienda de dos plantas.

Fue en esa casa de campo, que aún conserva su estructura original, donde el poeta escribió alguna de sus obras más emblemáticas. También donde vivió los días previos a su detención y muerte al comienzo de la guerra civil. Muchos de los objetos personales de la familia, incluido el piano de Federico, se exhiben en las distintas estancias abiertas al público.

Falla y el Carmen de la Antequeruela

La huella de Lorca, presente en otros muchos rincones de Granada, se hace también visible en el Carmen de la Antequeruela. Como en la conocida como la Casa Museo Manuel de Falla. Es aquí donde el compositor gaditano residió junto a su hermana María del Carmen entre 1922 y 1939. En estos años forjó una estrecha amistad con el poeta. Con él impulsó en 1922 la celebración del Concurso de Cante Jondo.

Con una fachada encalada en parte de azul para evocar el mar de Cádiz, esta austera y sencilla vivienda está situada en el entorno del bosque de la Alhambra. Sirvió de inspiración a Falla para algunas de sus grandes obras musicales. El saloncito con vistas a la Vega acogía las tertulias de los intelectuales de la época. Su dormitorio, repleto de medicamentos, y el resto de estancias, con motivos religiosos, cuadros de Zuloaga y Picasso y ceniceros en todos los rincones, dan cuenta de su personalidad.

Mariana Pineda, símbolo de la libertad

Pero Granada también ha sido tierra de mujeres que han hecho historia. Como es el caso de Mariana Pineda (1804-1831), ejecutada por garrote vil durante el reinado de Fernando VII. Fue en la denominada década ominosa. El motivo fue por guardar en su casa una bandera a medio bordar con el lema liberal de “Igualdad, libertad y ley”.

Fue detenida en su domicilio de la calle Águila de Granada capital. Hoy es sede del Centro Europeo de las Mujeres ‘Mariana Pineda’. Se trata de un lugar de encuentro y foro de debate para acciones encaminadas a la igualdad de género. Pero no fue allí donde nació. Lo hizo en una vivienda situada junto a Plaza Nueva. Hoy está convertida en hotel en el que una placa recuerda la efeméride. El edificio aún conserva el patio central y un antiguo pozo que recogía agua del río Darro.

Eugenia de Montijo, emperatriz de los franceses

También exhibe una placa, aunque solo eso, la vivienda de la calle de Gracia de esta capital andaluza en la que residió la aristócrata Eugenia de Montijo (1826-1920). Recibió el título de ’emperatriz de los franceses’ al casarse con Napoleón III.
Pinturas al fresco hoy deterioradas decoran, junto a una placa en su memoria apenas legible, la fachada de esta casa. Según cuenta la historia en ella nació Eugenia de Montijo. Pero fue en una tienda de campaña habilitada en un jardín exterior debido a los terremotos que se sucedieron por aquellos días. Solo esa fachada y una escultura la recuerdan hoy en Granada.

Intrigas palaciegas en Dar al-Horra

Residencia oficial de Aixa la-Horra, mujer de Muley Hacén y madre del último emir granadino, Boabdil, el palacio de Dar al-Horra se encuentra discretamente ubicado en el entramado de callejuelas que conforman el barrio morisco del Albaicín.

El rey Muhammad X lo vendió a su hija Aixa, entonces futura esposa del rey Muley Hacén.

ilustres Granada
Interior del Palacio de Dar al-Horra, que fue residencia oficial de Aixa la-Horra, madre del último emir granadino, Boabdil, y que junto a otros palacios y cármenes repartidos por la ciudad, aún conserva la huella de los personajes ilustres o históricos que las habitaron. EFE/Pepe Torres

Aixa dejó los palacios de la Alhambra para mudarse a vivir aquí. Fue cuando Muley Hacén, padre de Boabdil, la rechazó para casarse con la esclava cristiana Isabel de Solís. Esta se había convertido al Islam como Soraya. Así lo relata la historia recogida por la Fundación El Legado Andalusí.

La casa de Aixa está situada en un punto desde el que se abarcaba el conjunto de la Alhambra, sus torres y palacios. Abierta al público, se convirtió en un lugar de vigilancia desde donde podían seguirse los movimientos de la corte. Si las antorchas no se apagaban en toda la noche, podía intuirse la magnitud del problema. Esto propiciaba las intrigas entre estos palacios ya de por sí enfrentados.

Carlos V y el palacio que nunca vio terminado

Ideado como símbolo de la paz universal, el Palacio renacentista de Carlos V fue construido junto a la Alhambra por orden del emperador. Pretendía convertirlo en uno de sus puntos de residencia y en el gran centro áulico del Imperio.

Su patio circular, inscrito en el interior de un edificio cuadrado, es la principal peculiaridad de este famoso y turístico palacio repleto de iconos y símbolos que Carlos V, nieto de los Reyes Católicos, nunca llegó a ver terminado. Fue encargado en 1527 y culminado en su totalidad en 1957, casi 400 años después de su muerte.

Se ubica a un paso de los palacios nazaríes de la Alhambra, que sus abuelos instaron a conservar tras la Conquista de Granada “para que quede perpetua memoria”, reza la historia recopilada por el Patronato del conjunto monumental.