La cantaora onubense Rocío Belén Cuesta Espina -Rocío Belén- que atesora una treintena de premios en su trayectoria profesional en festivales y peñas flamencas, y ahora ha decidido entrar por primera vez en un estudio de grabación. EFE/Fermín Cabanillas

El salto de Rocío Belén de las peñas flamencas al disco: “Sin miedo y con muchas ganas”

Fermín Cabanillas | Sevilla (EFE).- La cantaora onubense Rocío Belén Cuesta Espina -Rocío Belén- atesora una treintena de premios en su trayectoria profesional en festivales y peñas flamencas, y ahora ha decidido entrar por primera vez en un estudio de grabación, para estrenar ‘Alzaré mi voz’, un nuevo paso en su carrera que afronta “sin miedo y con muchas ganas”.

Con 34 años, esta almonteña es un referente en eventos flamencos de todo tipo, y en sus vitrinas tiene, entre otros, el Premio Joven del Concurso Nacional de Cante Jondo Antonio Mairena, el primer Premio en el Concurso de Cante por Taranta y Tarantos Fundación Cristina Heeren, Premio a la mejor Malagueña por la Federación Provincial de Peñas Flamencas de Málaga, o ganadora del Certamen Nacional de Saetas ‘Ciudad de la Unión’.

También obtuvo el mayor reconocimiento y máximo galardón en el fandango de Huelva, alzándose con el Premio Paco Toronjo en la Villa de Alosno, la cuna del fandango más genuino. Pero, curiosamente, aunque su palmarés crece cada año, nunca se había metido en un estudio de grabación, y lo ha hecho con un disco que define, en una entrevista con EFE, como “un homenaje a todo lo que supone la mujer en el flamenco”.

“Siempre ha sido mi sueño”

Una cantaora de su bagaje sin un disco bajo el brazo parece algo extraño, pero ahora ha conseguido lo que siempre ha sido su sueño, y admite que tiene “lo que quiere todo el mundo que se dedica a esta profesión”.

Tras madurar mucho cómo quería sacar adelante este proyecto decidió meterse “de lleno”. Y se consiguió no solo el adelanto del trabajo final, sino el videoclip que acompaña al single, que fue estrenado el pasado miércoles en todas las plataformas.

De momento, ‘Alzaré mi voz’ está disponible en soportes digitales, pero el proyecto final es sacar un disco físico de venta en tiendas. Algo “de valientes”, admite, en unos tiempos en los que las ventas van en descenso y aumentan cada día los abonados a plataformas. Pero a Rocío Belén parece que los retos la motivan, y sentencia que si ha luchado “tanto por tener esto”, está segura “de conseguir todo lo que se ha previsto”.

Y es que, tras la grabación de un disco “hay una lucha y un esfuerzo muy grandes”, y lo único que espera es que “a todo el mundo le guste” lo editado. Es consciente de que ahora va a llegar a un público mucho más numeroso. Porque internet no tiene los límites del aforo de una peña o un festival flamenco. Por eso, pide que la apoyen y la ayuden “a seguir cumpliendo mi sueño”. Este siempre ha sido vivir con la música alrededor de ella.

“Solo llegan buenas sensaciones”

A falta de más consideraciones, en las 48 horas que el disco lleva a disposición de sus seguidores “solo llegan buenas sensaciones”. Está “contentísima, a más no poder, con una respuesta que está siendo buenísima”. Pero no hay tiempo para detenerse en las complacencias, porque hay que terminar el resto de la producción. Y meterse en el estudio cuanto antes.

No obstante, para ella no hay día libre, porque, entre otras cosas, es una experta saetera muy reclamada en los desfiles procesionales. De modo que desde este Viernes de Dolores su agenda se llena de experiencias profesionales ante cristos y vírgenes de varios lugares de Andalucía.

Rocío Belén ha compartido escenarios con artistas como Miguel de Tena, Pedro El Granaíno, Argentina, María Terremoto, Jeromo Segura, Alfredo Tejada o Rocío Márquez. Y ahora ya tiene entre las manos su primer disco, todo un hito para una voz flamenca cuyos quejíos ya han saltado al mundo virtual. Y antes de finales de año estarán en las estanterías de las tiendas en forma de CD. EFE