El cineasta novel Tony Barroso posa durante una entrevista con EFE. EFE/Sara Morato

Tony Barroso, cineasta: “El crowdfunding ayuda a los autores, pero la gente no se atreve”

Sevilla (EFE).- El “crowdfunding” o micromecenazgo se presenta como una herramienta que ayuda a los autores, a los jóvenes talentos a financiar sus proyectos artísticos, aunque aún falta conciencia en la sociedad para apoyar este sistema, según lamenta el cineasta novel Tony Barroso, que ha usado este sistema para su cortometraje “El guionista”.

Barroso comenzó el guión de la obra hace cinco años, cuando aún se encontraba en su etapa formativa en Madrid, un momento en el que tuvo claro qué mensaje quería transmitir pero no cómo financiar su proyecto y hacerlo llegar a la audiencia, por lo que optó por el micromecenazgo, con el que ha logrado 14.565 euros, más de los 12.000 previstos inicialmente.

“Es la primera vez que usamos el ‘crowdfunding’. Yo antes no sabía cómo funcionaba, pero ahora puedo decir que es una estrategia que funciona, que ayuda a sacar tu proyecto hacia adelante. Le dices a la gente que necesitas su ayuda, que necesitas que crean en tu proyecto y que juntos lo vais a conseguir”, ha explicado en una entrevista a EFE.

“Hay una gran resistencia al ‘crowdfunding'”

Aunque Barroso describe la financiación popular como un instrumento que permite dar visibilidad a nuevos autores y producir proyectos incipientes que abran la puerta a nuevas ideas, reconoce la dificultad que existe en España para colaborar económicamente a través de Internet en proyectos artísticos.

El artista compara la “gran resistencia” que hay en la población española a hacer transacciones económicas a través de Internet respecto a otros países como Inglaterra, donde desarrolló parte de su formación profesional, un hecho que atribuye a los delitos y estafas que se producen a través de este medio y que, asegura, suponen un “obstáculo” para los nuevos autores.

“El cine es el arte más caro que existe, y si la gente no cree en ello es imposible iniciar nuevos proyectos. Nosotros, por ejemplo, aunque intentamos hacer el ‘crowdfunding’ a través de una página profesional que aportase fiabilidad, recibimos muchas dudas de la gente que no sabían usar la página o no se fiaban del destino de su aportación económica”, afirma.

Su proyecto ha superado con creces su objetivo de recaudación, cuya fecha límite concluyó el 31 de marzo, gracias a una campaña de promoción de redes sociales y un perfil dedicado exclusivamente a la obra, características que considera fundamentales para cualquier nuevo trabajo, aunque no siempre estuvo seguro de invertir tiempo y esfuerzo en la idea.

El “miedo al fracaso” del artista

“El guionista” es una obra que aborda el miedo al fracaso y la frustración del artista a través de sus personajes, una obra prácticamente autobiográfica.

“Cuando escribí esta historia era uno de esos momentos en los que me preguntaba, como cualquier persona joven que quiere emprender en una industria tan difícil como el cine, si esto tiene futuro o rentabilidad, si voy a poder hacer una vida con esto”, rememora Barroso.

Aunque, según relata, este concepto del fracaso es común a todos los autores, se muestra optimista respecto al panorama cinematográfico actual. Asegura, se ha “democratizado” a raíz de las plataformas digitales y la pandemia provocada por la COVID-19. Aunque precisa que este nuevo panorama complica la diferenciación.

“Gracias a las plataformas ‘streaming’ se fomenta la creación de una gran diversidad de productos que se demandan. Y que se tienen que producir, lo que da muchas posibilidades a los nuevos cineastas. Aunque siempre te preguntas si es posible la diferenciación. Si se puede hacer algo distinto al gran volumen de obras que se producen a diario”, señala.

“Consumimos cine casi como comida rápida”

Este panorama cinematográfico, además de por una gran diversidad de obras, está caracterizado por un modelo de consumo rápido e inmediato del cine. “Casi como si fuese comida rápida”, según la comparación de Barroso.

Asegura que los cineastas, que viven “por y para las audiencias”, han tenido que adaptarse a un hábito de consumo que dificulta que el público visualice largometrajes. Estos implican “un esfuerzo y un tiempo que hoy en día no son tan fáciles de encontrar”. Algo que intenta que no influya en sus creaciones artísticas.

“Nos sentimos más cómodos consumiendo un capítulo de cincuenta minutos antes de dormir que ver una película. He intentado que ese nuevo hábito no me influya como artista. No he querido adaptar la forma en la que quería contar las historias a las convenciones más comerciales”, asegura.

En su análisis sobre las nuevas audiencias, Tony Barroso valora al público como “muy preparado” debido al gran número de plataformas y productos audiovisuales disponibles actualmente. Algo que presenta un reto para los autores, que deben luchar contra los arquetipos que se consumen a diario a través de un trabajo “exhaustivo”. Lo que exige revisar los guiones para poder conectar con los intereses de la población. EFE