Huelva, (EFE).- El Espacio Natural de Doñana (END) considera que las intensas lluvias ocurridas durante el mes de marzo, principalmente en la última semana del mes, han tenido “un efecto mitigador” de la sequía que se venía padeciendo desde hace más de una década y especialmente en los últimos tres ciclos hidrológicos.
Según han indicado desde el espacio natural, a pesar de que las precipitaciones han tenido un carácter generalizado en toda la comarca, se han registrado importantes variaciones locales en los diferentes pluviómetros. Con valores que en la actualidad registran oscilaciones entre los 676 l/m2 recogidos en los de algunos particulares de Hinojos. Y los escasos 400 l/m2 acumulados que se han registrado hasta el día de hoy en la zona de Marismillas.
La Estación Agroclimática del IFAPA, situada al norte de El Rocío y cuyos datos sirven de referencia histórica en el END, registra una precipitación acumulada, a 31 de marzo, de 496 l/m². Situándose por encima de la media de precipitaciones registrada para el mes de marzo en el área protegida (429 l/m2).
Multiplicación de aportes
Asimismo, han resaltado los aportes de los principales cauces que vierten a la marisma. Fundamentalmente, Arroyo de la Rocina, Arroyo del partido y Caño Marín y Río Guadiamar a través del Caño Travieso. Que cuando han entrado en funcionamiento de manera significativa, las áreas inundadas en la marisma “se han multiplicado”.
A través de las primeras imágenes satelitales tratadas del Sentinel que se han podido obtener de forma posterior al episodio de lluvias, se observa que, en general, se han inundado todos los caños y zonas profundas de la marisma. Aunque con láminas someras de agua. No obstante, en zonas como Las Nuevas el nivel a día de hoy alcanza los 70 centímetros de altura.
Estas precipitaciones, han precisado, deben considerarse con un efecto “indudablemente positivo” sobre la situación general del campo y la recarga del acuífero. Y palían parcialmente la situación de sequía acumulada que venimos padeciendo en la última década.
Aunque la invernada no ha sido buena por falta de inundación, entre otras razones, es previsible una mejoría significativa en el período reproductor en relación a los dos años anteriores. EFE
