Nueva instalación participativa del Museo Carmen Thyssen de Málaga que presenta este viernes 'Paraíso perdido'. EFE/Jorge Zapata

El Museo Thyssen de Málaga invita a descubrir testimonios vitales desde antiguos pupitres

Málaga (EFE).- Sentarse en un antiguo pupitre escolar de madera, oír testimonios vitales de veintiséis personas anónimas, trece de ellas refugiadas, y, quizás, anotar a lápiz en un cuaderno las propias experiencias y reflexiones, es la propuesta de la nueva instalación del Museo Carmen Thyssen de Málaga.

‘Paraíso perdido’ es el título de esta instalación participativa, que se inspira en la obra del inglés John Milton y que permite “viajar en el tiempo, volver a ser niños con los pupitres y sacar del baúl que todos llevamos nuestros recuerdos y compartirlos”, ha afirmado este viernes en la presentación la directora artística del Museo Thyssen, Lourdes Moreno.

En la Sala Noble de la pinacoteca se pueden oír las voces de veintiséis personas “que han querido compartir con el público acontecimientos importantes de sus vidas”, ha añadido Moreno, que cree que se propone al visitante “una actividad aparentemente sencilla pero muy difícil de ejecutar en nuestros días, y por eso es especialmente emocionante”.

“Cuando yo era pequeña, me gustaba mucho Sherlock Holmes. Y, por ejemplo, a mi mejor amiga también. Soy Sherlock Holmes, pero chica. Y ella es mi doctor Watson, pero chica. We can find detective stories everywhere (podemos encontrar historias detectivescas en todas partes)”, dice uno de los testimonios.

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Nueva instalación participativa del Museo Carmen Thyssen de Málaga. EFE/Jorge Zapata

Asesoramiento de la CEAR

Esta instalación está organizada con el asesoramiento de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Está además estrechamente vinculada, ha resaltado la directora, a la nueva definición que el Consejo Internacional de Museos (ICOM) hizo de estas instituciones en su reunión de Praga en agosto de 2022.

A las funciones tradicionales de los museos, el ICOM le añadió la de “ofrecer experiencias variadas para la educación. La reflexión y el intercambio de conocimiento, y eso es este proyecto”, según la directora.

Por su parte, Francisco Cansino, coordinador de la CEAR en Andalucía oriental, ha señalado que, cuando conoció por primera vez este proyecto, lo relacionó “con las personas refugiadas que lo han perdido todo”, pero le alegró descubrir que en realidad “no tiene nada que ver”.

“Supone la inclusión de las personas refugiadas en la normalidad de una ciudad. Y contar historias de aprendizaje que son tan ricas y que es bueno que la sociedad conozca. Es importante vivir con normalidad la realidad de las personas refugiadas, que han tenido que huir de sus países y tienen historias increíbles”, ha agregado Cansino. EFE