Mapa del dolor neuropático causado por lesiones o enfermedades del sistema somatosensorial. EFE/Universidad de Cádiz

Desarrrollan un nuevo fármaco que se activa con la luz y mitiga el dolor neuropático

Cádiz (EFE).- Un equipo de investigadores desarrolla un nuevo fármaco que se activa a través de la luz para tratar el dolor neuropático y que puede inhibir las señales nerviosas localmente y a demanda, por lo que ofrece una acción precisa, reduciendo los efectos secundarios sistémicos.

El equipo de investigadores del departamento de Neurociencias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cádiz, coordinado la catedrática Esther Berrocoso, participa en el desarrollo de estos nuevos fármacos, según informa hoy la institución académica en una nota de prensa.

La fotofarmacología permite utilizar la luz para activar fármacos en determinadas partes del cuerpo.

«Este enfoque innovador consiste en modificar la estructura química de un fármaco añadiéndole un interruptor molecular activado por la luz, como el azobenceno. Esto, a su vez, permite que el fármaco se active sólo cuando se expone a un color específico de luz, en lugar de en la oscuridad».

Efecto analgésico

En esta enfoque se ha centrado el equipo de investigadores de la UCA, que ha colaborado con el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) para desarrollar derivados fotosensibles de la carbamazepina, un fármaco antiepiléptico muy utilizado en medicina para combatir algunos tipos de dolor neuropático, como la neuralgia del trigémino.

Estos compuestos tienen un efecto analgésico cuando son activados por la luz. Son capaces de inhibir las señales nerviosas localmente y a demanda.

Los derivados sintetizados por los investigadores se activan a longitudes de onda correspondientes al color ámbar. Les permite atravesar tejidos y huesos utilizando lámparas halógenas convencionales.

Los dos compuestos sintetizados, carbazopina-1 y carbadiazocina, muestran una actividad fotofarmacológica que permite controlar reversiblemente mediante la luz la actividad de las neuronas del hipocampo y la locomoción de larvas de pez cebra.

En los experimentos realizados se ha comprobado que “cuando iluminamos las larvas que han absorbido estos compuestos con una determinada longitud de onda, el fármaco se activa y las larvas se mueven más rápido. Si cambiamos la longitud de onda, su movimiento vuelve a ralentizarse, lo que demuestra el efecto reversible del compuesto sobre el sistema nervioso”, como explican los investigadores.

Sistema somatosensorial

La carbadiazocina tiene propiedades analgésicas. Se observó en modelos animales desarrollados en el laboratorio en el que trabaja el equipo de la Universidad de Cádiz. Es a través de un efecto analgésico sobre el dolor neuropático sin signos aparentes de anestesia, sedación o toxicidad.

El dolor neuropático está causado por lesiones o enfermedades del sistema somatosensorial. Esto es como la ciática, la neuropatía diabética y el dolor postoperatorio crónico.

El tratamiento de este tipo de dolor suele ser complejo y requiere del uso de antidepresivos, anticonvulsivantes y opioides. En muchas ocasiones, no alcanzan la eficacia deseada. Y producen efectos secundarios sistémicos relevantes, como estreñimiento, náuseas, mareos y somnolencia.

El equipo ya está trabajando en el siguiente paso de este proyecto, que consistirá en activar fármacos utilizando una luz infrarroja. Esta penetra con mayor profundidad en los tejidos, empleando fuentes de luz portátiles como láseres o diodos emisores de luz LED. EFE