La consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, inaugura, en la Catedral de Granada la exposición 'José de Mora. El barroco espiritual'. EFE/Miguel Ángel Molina

Una muestra única en la Catedral de Granada reivindica al escultor barroco José de Mora

Granada (EFE).- Andalucía reivindica al escultor barroco José de Mora con una gran exposición en la Catedral de Granada, una muestra con más de medio centenar de piezas firmadas por el bastetano y otros escultores de su época que resalta su protagonismo en el arte sacro.

La Capilla Mayor de la Catedral de Granada comprime hasta el 1 de febrero del próximo año la esencia del arte sacro y el barroco. Lo hace con una exposición dedicada a reconocer las aportaciones de José de Mora a la escultura. Aunque también reivindica la alta calidad de la escuela barroca granadina.

La consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, y el arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo, entre otros, han participado en el estreno este viernes de la muestra ‘José de Mora. El barroco espiritual’, que reúne 54 obras del escultor y sus contemporáneos.

Deuda saldada

«Andalucía salda así la deuda contraída con un artista que llevó a la escultura sacra a sus más altas cotas», ha resumido Del Pozo para presentar una exposición que se enmarca en los actos planeados por el quinto centenario de la construcción de la Catedral de Granada y los 300 años de la muerte del escultor.

La consejera de Cultura ha detallado que la muestra presenta una amplia selección de la producción de José de Mora. Ha sido escogida como resultado de una profunda revisión crítica de su legado. Junto a algunos de los artistas más relevantes de su época, como Alonso Cano y Pedro de Mena.

La colaboración entre la Junta y el Arzobispado de Granada y la veintena de préstamos procedentes de templos, hermandades, museos o colecciones de Granada, Málaga y Sevilla permite, por primera vez, ver juntas estas obras del bastetano, incluidas quince piezas restauradas antes de esta muestra por una docena de equipos de especialistas.

«Cumplimos así con la triple labor sobre la que asientan los programas expositivos de excelencia: realizar una revisión crítica de nuestro legado histórico-artístico; garantizar la salvaguarda del patrimonio y darlo a conocer a la sociedad», ha señalado Del Pozo.
Esta gran exposición dedicada a José de Mora (1642-1724) se enmarca en la apuesta por el arte religioso al que la Junta ha destinado unos 16 millones entre 2019 y 2026.

«No solo ponemos en valor un patrimonio histórico de gran valor, sino que también reavivamos una memoria espiritual que pertenece a la Iglesia y al pueblo de Granada. La contemplación de estas obras nos invita a reconocer que el arte sacro, cuando brota de la fe, es capaz de abrir caminos», ha apuntado Gil Tamayo.

Claves de la muestra

Entre las 54 obras de esta exposición ubicada en la girola de la Catedral hay más de 30 de José de Mora. Entre ellas destacan el Cristo de la Misericordia, de la iglesia parroquial de San José y recientemente restaurado. Y el Cristo de la Sentencia, de la iglesia de San Pedro y San Pablo.

Se suman además algunas de las piezas del Sagrario de la Cartuja de Granada como San Brunillo. Los santos franciscanos de San Pedro Apóstol de Priego de Córdoba o las esculturas de la Capilla Salazar de la Mezquita-Catedral de Córdoba.

La muestra se completa con una veintena de obras. Firmadas por Alonso Cano, Pedro de Mena, José Risueño, Diego de Mora, Juan Puche y Bernardo de Mora el Joven, y Agustín Vera Moreno.

El barroco más espiritual

Considerado uno de los escultores más relevantes de la Monarquía Hispánica, el bastetano fue nombrado escultor del rey Carlos II. Su legado artístico comprende un amplio conjunto de obras que se encuentran distribuidas en numerosas iglesias y museos de Andalucía. También en otros puntos de España, y de museos en países como Reino Unido.

La exposición se articula en seis ámbitos temáticos, que permiten recorrer la espiritualidad barroca desde distintas perspectivas. Van desde la versatilidad del artista o la visión interior al misterio de la Inmaculada, la pasión de Cristo o el teatro sacro. EFE