El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil unas veces actúa como equipo de rescate y otras como policía judicial. EFE/Esther GómezEl Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil unas veces actúa como equipo de rescate y otras como policía judicial. EFE/Esther Gómez

Los GEAS de la Guardia Civil, agentes de la autoridad en las profundidades

Esther Gómez I Benalmádena (Málaga), (EFE).- Un día custodian los restos de un barco hundido en el mar y, al siguiente, buscan un cuerpo en el fondo de un pantano. Así es el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, que unas veces actúa como equipo de rescate y otras, como policía judicial. Son, en definitiva, los agentes de la autoridad en las profundidades.

Más conocida como ‘el GEAS’, esta unidad de élite especializada en operaciones acuáticas y subacuáticas, de la que normalmente solo se oye hablar cuando interviene en investigaciones muy mediáticas, es la encargada de la búsqueda, la localización y la extracción de cualquier objeto de interés del juez.

Desde ese vehículo que un delincuente ha querido esconder bajo el agua a un arma de fuego que se sospecha se ha usado en un crimen, pasando por un alijo de droga que -perfectamente empaquetado- los narcos se han dejado atrás.

Pero, además de su labor como policía judicial, los guardias civiles del GEAS son también los encargados de proteger y custodiar el extenso y desconocido patrimonio que se encuentra bajo el agua, ya se trate de un río, de un embalse, de un lago o del mar.

Integrados en el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, en la actualidad hay unos veinte equipos de los GEAS repartidos por toda España, desde Andalucía, donde tienen presencia en Almería, Cádiz, Málaga y Sevilla, a Ceuta y Melilla, las Islas Baleares o Canarias.

Buceadores de élite

Sus miembros son buceadores de élite que llegan donde no llega la mayoría y participan en operaciones y servicios muy delicados, para los que se requiere una gran preparación, tanto física como mental.

Cuando no están realizando un servicio concreto, los agentes de esta unidad dedican «las horas de trabajo, precisamente, a entrenar y a mantenerse al día tanto a nivel físico como técnico y, por supuesto, de buceo», explica a EFE el cabo Reques, apasionado del buceo y durante años vinculado al GEAS.

GEAS Guardia Civil
El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil unas veces actúa como equipo de rescate y otras como policía judicial. EFE/Esther Gómez

Debajo del agua todo es más complicado y los buzos -cargados con herramientas de trabajo y un pesado equipo- se enfrentan a un entorno ya de por sí hostil para el ser humano, por lo que es necesario que tanto la preparación como la coordinación entre todo el equipo sea máxima, ya que «cualquier error puede ser fatal», apunta.

Es mucho más frecuente de lo que en un principio puede parecer que deban realizar inmersiones en entornos difíciles, que se encuentren con aguas turbias o con poca luz, y «la situación de cero visibilidad no puede suponer un problema a la hora de trabajar», precisa el cabo Reques.

«Lógicamente, el ritmo de trabajo en una búsqueda en cero visibilidad con respecto a tener visibilidad varía», pero no les supone «absolutamente ningún problema ni a nivel técnico ni psicológico», aclara.

Operar en entornos hostiles y mantener la cabeza fría

Afortunadamente -añade-, tienen «la preparación adecuada para operar esos entornos hostiles» y mantener la cabeza fría.

Ese entrenamiento diario es, al fin y al cabo, lo que permite mantenerse dentro de unos niveles de seguridad óptimos en la actividad que realiza.

Para entrar en el GEAS «te tiene que gustar -el agua y el buceo- y tiene que haber cierta vocación», porque «nos enfrentamos a ciertas situaciones» que de otra manera no podría ser, destaca el cabo Reques.

Además de tener vocación, llegar a «ser submarinista de la Guardia Civil no es tarea fácil», hay que realizar una oposición interna y luego un curso intensivo de cinco meses en los que estudian navegación, hacen un plan de adaptación al medio acuático y subacuático y se preparan para bucear en distintos medios, recuerda.

A los distintos aspectos relacionados con búsquedas y a las inmersiones en pantano, quizás uno de los entornos más difíciles a los que se enfrenan los GEAS, se dedica un capítulo completo del programa de formación, comenta el cabo Reques. EFE