El turismo recupera terreno en Andalucía. EFE/Archivo

El turismo recupera el terreno perdido y se acerca a su mejor año en viajeros

Málaga (EFE).- El 2022 ha supuesto la vuelta al optimismo del sector turístico, que ha recuperado gran parte del terreno perdido durante la pandemia, lo que ha permitido que Andalucía cierre el ejercicio en torno a 31 millones de visitantes, cerca de los datos del histórico 2019.

El comportamiento del turismo ha superado las expectativas de los empresarios y también ha rebasado ampliamente la previsión de superar los 26 millones de turistas que estableció la Junta el pasado enero en Fitur, y que ha ido revisando al alza a medida que se acortaban distancias con las cifras prepandemia.

Basta analizar el tráfico aéreo, que se hundió con la covid-19, para constatar la reactivación de la actividad turística. Entre enero y noviembre de este año los aeropuertos andaluces han registrado 25,8 millones de pasajeros, casi el 90 por ciento de los contabilizados en el mismo periodo de 2019, según los datos de Aena.

Vuelta a la ansiada normalidad


El consejero andaluz de Turismo, Arturo Bernal, ha afirmado a EFE que 2022 “ha devuelto la ansiada normalidad” al sector turístico después de dos ejercicios en los que las restricciones de movilidad “causaron estragos en esta actividad”.

Así, 2022 cerrará con en torno a 31 millones de visitantes, lo que situará a la región “muy cerca de los datos del mejor ejercicio de la historia, que fue 2019” (32,5 millones), ha indicado.

Bernal ha incidido en que el año no solo será bueno en cuanto al número de turistas, ya que “las variables de gasto y estancia media por persona van a alcanzar cifras históricas”. En noviembre, ya avanzó que Andalucía iba camino de superar en 2022 los ingresos (22.600 millones) de 2019, gracias a estancias más amplias y al mayor gasto de los visitantes.

Eso “nos da una señal de que vamos en la buena dirección a la hora de atraer al turista que más le interesa al destino Andalucía”, ha subrayado a pocos días de que acabe el año.

Si bien “el turismo ya no es el mismo que el de antes de la pandemia”, el consejero ha hecho hincapié en la “capacidad de resiliencia y anticipación” que ha demostrado el destino ante “este nuevo ciclo que se ha inaugurado”.

En este sentido, ha dicho que los profesionales del sector turístico “han entendido y asimilado que este cambio de era en la industria pasa por una oferta más sostenible, accesible y de excelencia”, una hoja de ruta en la que “han encontrado la complicidad” del Gobierno andaluz, que va a “trabajar de la mano” con ellos en iniciativas que mejoren el sector.

La gastronomía es uno de los atractivos del turismo andaluz. EFE/Archivo

Ganas de viajar frente a la incertidumbre


La eliminación de las restricciones sanitarias impulsó la demanda turística. Las ganas de viajar han contrarrestado elementos de incertidumbre como la guerra en Ucrania o la inflación.

Esta recuperación se hizo especialmente patente en verano. Entre junio y septiembre, los hoteles andaluces registraron 8,1 millones de viajeros y 25 millones de pernoctaciones, solo un 3 y 4,5 %, respectivamente, por debajo del verano de 2019.

El principal protagonista en estos meses fue el mercado nacional, ya que se superaron las cifras prepandemia y se alcanzó un récord histórico con 4,9 millones de viajeros alojados, y la segunda cifra más alta de pernoctaciones, con 13,5 millones, rebasada únicamente por el verano de 2021.

Aunque el turismo internacional se ha recuperado gradualmente, las cifras de algunos mercados relevantes para el destino, como el británico, aún no alcanzan los niveles prepandemia. El lado bueno es que Andalucía sigue siendo uno de sus destinos preferidos para viajar fuera de su país.

Durante el año ha habido momentos de decepción, como el puente de la Constitución-Inmaculada, en el que la lluvia aguó las previsiones del sector turístico, hasta situar la ocupación hotelera por debajo de lo previsto, especialmente el litoral.

Satisfacción de los empresarios pese al aumento de costes


Entre los empresarios turísticos, la valoración del año es positiva, pero advierten de que los ingresos y la rentabilidad de las empresas no van a la par, y la culpa la tiene el aumento de los costes energéticos y de las materias primas.

El presidente de la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos (FAHAT), Juan Zapata, ha dicho a EFE que 2022 ha sido “en términos generales, positivo desde el punto de vista de la demanda, mejor que 2021 y un poquito peor que 2019, que es el año de referencia”.

“Todavía seguimos con un gran peso de la demanda nacional”, mientras que la internacional de corto radio está “alcanzando niveles aceptables” y todavía se “echa en falta” el turismo de largo radio, principalmente estadounidense y asiático.

Para Zapata, el “quid de la cuestión es el aumento brutal de costes” sufrido desde marzo, “el más salvaje, el de los costes energéticos”, que se ha disparado hasta más de tres veces lo que pagaban, mientras que materias primas como alimentos, bebidas o productos de limpieza se han encarecido en torno a un 30 por ciento.

Por ello, concluye que ha sido “un año de ventas bueno, pero con una significativa reducción de los márgenes de explotación y beneficio”. Ello se ha unido a que muchas empresas tuvieron que acudir a un “endeudamiento extra” por el impacto de la pandemia. “Si no hubiéramos tenido un aumento de costes, (el año), sería óptimo”.

Precios de las habitaciones

En cuanto al aumento de precios de las habitaciones, ha asegurado que la mayoría de alojamientos tienen “flexibilidad”, parecida a la de los aviones, en función de la fecha de anticipación y la demanda. Además, ha incidido en que “con la competencia que hay”, tanto en España como de destinos internacionales como Turquía, Túnez o Grecia, hay que ser “cuidadosos” con el precio.

Para el presidente de la Federación Andaluza de Agencias de Viajes (FAAV), Luis Arroyo, 2022 cierra “muy positivo, incluso por encima” de sus expectativas. Aunque temían que el escenario económico que se anticipaba para el otoño retrasase la venta de viajes, finalmente no se ha reflejado en el sector.

“El ahorro que han hecho las familias en los dos últimos años” ha sido clave para que se mantenga la actividad, y ha impulsado la facturación de las agencias de viajes, que crecerá entre un 10 y 15 por ciento respecto a 2019.

El turismo de negocios y el vacacional han funcionado especialmente bien este año en Andalucía, según Arroyo. También se ha reactivado el turismo emisor hacia otros destinos españoles, Portugal y Disneyland (París) entre los más demandados, y ha crecido el interés por Egipto y Turquía.

El empleo turístico remonta


Después de los descensos sin precedentes registrados durante 2020 y el primer trimestre de 2021 a consecuencia de la covid-19, el empleo turístico ha remontado. Entre enero y septiembre, la media de ocupados se situó en 412.800, solo 2,8 puntos menos que en el mismo periodo de 2019, cuando alcanzó 424.500.

Aunque el empleo está “cerca” de los niveles prepandemia, el reto es la mejora de las condiciones laborales, porque las tasas de temporalidad y parcialidad aún están 10 puntos por encima del conjunto del Estado, ha asegurado el responsable de Turismo de CCOO a nivel nacional, Gonzalo Fuentes.

El año ha sido “espectacular, nadie podía vaticinar que el 2022, después de la pandemia, iba a terminar así, casi en niveles de 2019”. Las ganas de viajar tras “dos años sin poder salir” por la pandemia, y la guerra, han propiciado un “cambio de mentalidad: la gente va de vacaciones, y lo hace más o menos días en función de su economía”.

Fuentes ha sostenido que las subidas de precios de la oferta se ha situado por encima de la inflación, y ha reclamado que los beneficios empresariales “se conviertan en más y mejor empleo”.

Para 2023, el dirigente sindical confía en que siga la misma tendencia. “España y Andalucía son competitivos en turismo, pese al aumento de precios”.

Por su parte, la patronal de las agencias de viajes pide “como mínimo igualar 2022” y apuesta por la calidad en lugar de crecer en volumen de turistas.

Los hoteleros afrontan el nuevo año “con cautela” por el “clima de recesión” y la inflación, aunque no esperan una caída importante de la demanda turística porque “la gente está dispuesta a quitarse gastos de otra cosa antes que quedarse sin vacaciones”. EFE

Edición web: Violeta Gil