Foto de archivo de la primera sesión del juicio seguido en Audiencia de Las Palmas contra José Marcial P.A por el asesinato de su exmujer, Encarnación G.P., una anciana con Alzheimer que estaba a su cuidado. EFE/Quique Curbelo

Asfixió su exmujer enferma de Alzheimer: veredicto de asesinato, pero no machista

Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El Jurado de la Audiencia de Las Palmas ha declarado este jueves culpable de asesinato al hombre que asfixió el 4 de abril de 2020 en la capital grancanaria a su exesposa, una anciana de 77 años enferma de Alzheimer de la que cuidaba, pero considera probado que la mató por su gran estado de estrés, en pleno confinamiento, no por ser mujer.

En su veredicto, aprobado de forma unánime y dado a conocer este jueves, el tribunal popular ha rechazado que José Marcial P.A. matara a su exmujer, Encarnación G.P., por un acto de dominación y manifestación de superioridad en base a las declaraciones que efectuó el acusado a la médico forense, en cuanto a que “ya no la veía como una persona, sino como un problema”, ha indicado su portavoz.

Ante este pronunciamiento del Jurado, el fiscal de Violencia de Género de Las Palmas, Javier Lomba, ha reducido de 22 a 15 años la condena de prisión que pide que se imponga al procesado, la mínima por el delito de asesinato, al haberse apreciado las circunstancias atenuantes de arrebato y confesión, así como la agravante de parentesco, pero no la de violencia de género.

La abogada de la defensa, Dana Lorenzo, ha mantenido su petición inicial de cinco años de cárcel, pese a que no ha prosperado su calificación como delito de homicidio, porque cree que las dos circunstancias atenuantes de confesión y arrebato son “muy cualificadas”, y se le puede aplicar una condena inferior en dos grados.

El Jurado falla que el acusado asesinó a su exmujer porque él mismo reconoció en su declaración que la atacó por detrás tras pasarle el brazo y antebrazo derecho por el cuello cuando se encontraba sentada en la cama y de espaldas a él, para después asfixiarla con una almohada sin que se pudiera defender.

Una acción que llevó a cabo el procesado con su capacidad de autocontrol “limitada severamente”, no solo por el hecho del confinamiento sino por el comportamiento de su exesposa “derivado de la demencia que sufría por alcoholismo y por Alzheimer, lo que le llevaba a realizar continuamente ruidos con la garganta de forma periódica”.

Los miembros del Jurado se han declarado en contra que se suspenda la pena privativa de libertad al procesado y también de que se tramite un posible indulto.

El juicio, tras haber sido emitido el veredicto, ha quedado visto para sentencia. EFE