Las Palmas De Gran Canaria (EFE).- La Consejería regional de Planificación Territorial ha transferido al Ayuntamiento de Mogán los servicios de temporada de siete playas: Taurito, Playa del Cura, Playa de Mogán, Agua Marina, Patalavaca, Costa Alegre y Marañuelas.
Este trámite administrativo es una de las competencias adquiridas en la gestión de costas por el Ejecutivo autonómico tras la entrada en vigor del Real Decreto 713/2022, de 30 de agosto, de traspaso de funciones y servicios de la Administración General del Estado a la Comunidad Autónoma de Canarias en materia de ordenación y gestión del litoral.
Comunicado
El consejero responsable del área, José Antonio Valbuena, ha recordado este sábado en un comunicado que desde este mes de enero el Gobierno de Canarias es el responsable de la ordenación y gestión de las playas de la comunidad autónoma y, por tanto, junto a los consistorios del litoral del archipiélago, será el encargado de decidir la distribución de los servicios e instalaciones de las playas, esto es, de las hamacas, sombrillas, quioscos y puestos de salvamento, entre otros.
“Se trata de un hito histórico, ya que nunca el Gobierno de Canarias había tenido una participación directa en la gestión de las playas y, por otro lado, también constituye una novedad para el propio Ayuntamiento de Mogán, que podrá administrar directamente todas sus playas sin empresas intermediarias”, ha resaltado.
La Agencia de Protección del Medio Natural del Gobierno de Canarias, que asistió al despliegue de hamacas y sombrillas este viernes en Mogán, será la responsable de la supervisión para que las distintas instalaciones cumplan con las características y zonas asignadas por el Gobierno autonómico.
El director general de Ordenación del Territorio y Aguas del Gobierno de Canarias, Víctor Navarro, ha explicado que en esta legislatura se ha trabajado en la delimitación de las playas del archipiélago zonificando las áreas de arena seca, es decir, las no inundables de las playas, así como los ámbitos de gestión.
Así, por primera vez se está procediendo de forma sistemática a volar y fotografiar las playas con marea llena a fin de poder estudiar y supervisar la capacidad de carga de las mismas y el cumplimiento de la Ley de Costas.