La Fundación Juan Negrín presentó este viernes la exposición sobre la biblioteca personal del último presidente de Gobierno de la República, compuesta por 11.000 ejemplares, en un acto al que asistieron la nieta del político grancanario Carmen Negrín y el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar. EFE/Ángel Medina G.

La pasión de Negrín por conocer, condensada en cien libros

Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- Un centenar de libros de la biblioteca de Juan Negrín, formada por 11.000 ejemplares cedidos por la familia, permitirán conocer desde este viernes en la fundación que custodia su legado en Las Palmas de Gran Canaria una visión más íntima del científico y estadista que refleja su pasión por la lectura y por el saber.

“Una pasión vital” es el título de esta muestra con la que se quiere conmemorar los 131 años de su nacimiento, que ha sido presentada este viernes por el eurodiputado y estudioso de la figura de Negrín Juan Fernando López Aguilar, la nieta del político, Carmen Negrín; y la comisaria, la historiadora Selvi Hell, quien ha remarcado que la intención que se pretende es ofrecer una visión de la vida de Juan Negrín a través sus libros.

Se trata de una pequeña exposición que comienza con los primeros volúmenes que adquirió en su etapa de estudiante en Alemania y que fue completando a lo largo de su vida como científico, docente, político y, finalmente, como ciudadano anónimo en el exilio hasta su muerte en 1956, ha indicado Hell.

Carmen Negrín ha destacado que la biblioteca de su abuelo simboliza su curiosidad y su afán por conocer.

“Siempre estaba leyendo”, ha recordado la presidenta de honor de la Fundación, quien vivió con su abuelo en París y aún mantiene la casa familiar donde conserva también libros de su biblioteca, que ha dicho que “era un poco como hoy en día tener internet y buscar información y referencias; tenía cantidad de enciclopedias”.

A su abuelo le gustaba estar “al tanto de todas las nuevas invenciones que salían, la literatura, la historia y la geografía como hombre errante”, ha señalado Carmen Negrín.

La biblioteca de Negrín refleja la personalidad de su propietario, su interés por la medicina, la economía, la historia, la arquitectura, la química, las artes, la fotografía o la literatura, como se pone de manifiesto en el fondo bibliográfico rico en idiomas dada su faceta como políglota.

Casi la mitad del fondo está en alemán, y en total son nueve los idiomas representados: castellano, inglés, francés, italiano, portugués, catalán, ruso, latín y griego. Negrín nunca dejó de aprender nuevas lenguas y al final de su vida estudió árabe y chino.

Seis personas forman el equipo que trabaja en la ordenación del fondo y hasta el momento han logrado catalogar un millar.

Exposición sobre la biblioteca personal de Juan Negrín, en la Fundación que lleva su nombre. EFE/Ángel Medina G.

Entre los libros seleccionados para la muestra figuran algunos de los publicados por Editorial España, la empresa que puso en marcha en 1929 junto a sus amigos Luis Araquistáin y Julio Álvarez del Vayo, gracias al apoyo económico de su tío Domingo López Marrero, y que para Hell constituye “la parte más especial” de la exposición.

La editorial nació para publicar obras inéditas en España o no, que contribuyesen al desarrollo científico, político, económico, social y cultural del país.

Los fondos depositados en la Fundación Juan Negrín incluyen 42 títulos publicados por Editorial España y una de las colecciones más importantes de esta editorial, el manual “Elementos de Bioquímica” (1932), fue escrito por sus discípulos José Domingo Hernández Guerra -natural de Tejeda, Gran Canaria-, y el futuro Premio Nobel Severo Ochoa.

Se muestran también obras como “Die Anaphylaxie” (1920), del Nobel Charles Richet; “El tratamiento de fracturas de guerra” (1938), de Josep Trueta; “Manantiales en la ruta” (1923), del poeta canario Fernando González, y también de temática canaria “El Museo Canario. Sociedad de Ciencias, Letras y Artes” (1932).

Otro de los títulos que se podrán ver es “Avertissement a l’Europe” (Gallimard, 1937), de Thomas Mann, en el que el Nobel de Literatura de 1929 incluye el artículo “Estoy con el pueblo español”, así como documentos que reflejan la relación entre ambos, y sobre la que ha disertado en su intervención Juan Fernando López Aguilar, quien ha destacado además de Negrín su “personaliad gigantesta e inabarcable, maestro y amigo de nobeles”, que además ya comprendió el significado de la globalización.

Entre ellos, un telegrama fechado el 19 de agosto de 1938 que Mann remite a Negrín, de viaje en Zúrich probablemente para negociar asuntos relacionados con la guerra que se libraba en España.

El telegrama figura en el Archivo Negrín y en el él el autor de “La montaña mágica” dice: “Permita que un escritor alemán que admira al mundo español y está imbuido del pleno sentido y valor de su heroica lucha le salude calurosamente con motivo de su estancia en Zúrich”. Años después, en 1945, Negrín fue invitado a leer un discurso en homenaje a Mann en Nueva York.

La biblioteca tienen un gran recorrido: Juan Negrín la trasladó con él a Valencia, Barcelona, Francia, Inglaterra y Canarias, y solo se despegó de sus libros durante la II Guerra Mundial, cuando logró ocultarlos en Marsella (Francia) con ayuda del cónsul de México, que se encargó de su custodia hasta que terminó el conflicto y la pudo recuperar, ha indicado Hell. EFE