La doctora en Sociología por la Universidad de La Laguna y licenciada en Ciencias Políticas y Sociología por la UPS y Trabajo Social por la UCM, Esther Torrado, presentó este miércoles en el marco de las Jornadas de sensibilización sobre la trata con fines de explotación sexual, un informe sobre el estado de estos delitos en las islas. EFE/Ángel Medina G.

Alertan de que el ‘porno 2.0’ impacta también gravemente en las víctimas de trata y prostitución

Las Palmas De Gran Canaria (EFE).- La “erotización de la violencia sexual” globalizada por el ‘porno 2.0.’ y sus subproductos, que benefician a grandes multinacionales y consumen cada vez más los jóvenes para replicar prácticas que no tienen a su alcance en su vida cotidiana, impacta también de forma grave en las víctimas de trata y prostitución.

Así ha quedado de manifiesto en la presentación del “Estudio sobre la Trata con fines de explotación sexual en Canarias 2021-2022”, promovido por el Instituto Canario de Igualdad y presentado por la profesora de la Universidad de La Laguna Esther Torrado en el marco de las sextas “Jornadas de Sensibilización sobre la Trata con Fines de Explotación Sexual: ¿Intercambio de sexo por dinero? Hablemos de sexo”, inauguradas este miércoles.

Esta especialista en sociología de las desigualdades, migraciones forzadas, violencia sexual, teoría feminista y estudios de las mujeres, y un representante de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales de la Policía Nacional, han subrayado que mientras que España no apruebe una ley que plantee la abolición de la prostitución, los agentes que tratan de identificar a sus víctimas, para protegerlas y darles alternativas, y persiguen a sus promotores no dispondrán de instrumentos suficientes para ello.

A juicio de los profesionales que trabajan con este colectivo de víctimas, esta ley contribuiría a implicar más a los operadores judiciales, de forma que las denuncias acaben en mayor medida en condenas.

Diferencias con las cifras oficiales

La inexistencia de este marco legal explica que los datos relativos a las víctimas de trata atendidas por entidades como la comunidad religiosa de las Oblatas del Santísimo Redentor, a través de su programa Daniela, difieran en gran medida de los que reflejan las estadísticas oficiales, ha referido Torrado.

Los casos detectados por el programa Daliena, que pretende dar respuesta a la necesidad de acogida y atención de las mujeres en situación o riesgo de violencia de género por prostitución y trata con fines de explotación sexual o laboral, aumentaron un 34 % en 2022 en Canarias hasta llegar a las 5.972.

Varias mujeres ejerciendo la prostitución en la calle, en una imagen de archivo.
Varias mujeres ejerciendo la prostitución en la calle, en una imagen de archivo. EFE/Ricardo Maldonado Rozo

En cambio, los informes oficiales reportaban la inexistencia de víctimas de trata en Canarias entre 2020 y 2021, pese a que las 81 inspecciones administrativas realizadas en ese período detectaron a más de 200 mujeres en riesgo de explotación sexual, ha resaltado Esther Torrado.

La consejera grancanaria de Política Sociales, Isabel Mena, ha recalcado que visibilizar a estas víctimas, que, según ha puntualizado Torrado, no siempre son extranjeras ni migrantes, sino que también pueden estar entre las que compran en el supermercado de nuestro barrio, “tiene que ser una lucha colectiva”, como la que se sigue contra el machismo, porque en ambos casos se vulneran derechos humanos.

Esther Torrado ha destacado que la realidad de la trata con fines de explotación sexual se suele invisibilizar porque persiste la idea de que sus víctimas “viven atadas en zulos”, cuando la realidad es que conviven en sociedad, aunque sujetas a diferentes formas de control, como las que se ejercen, por ejemplo, a través de amenazas a sus hijos u otros familiares.

El perfil del consumidor de prostitución, muy heterogéneo

También ha advertido de que muchas veces el propio entorno de la víctima es “cómplice” de su realidad, ya que “consiente y se beneficia de su explotación sexual, bien a través de las remesas que recibe de ellas o del dinero que obtiene con su venta a proxenetas, quienes luego suelen pagarles la atención sanitaria que necesitan cuando son agredidas por ellos mismos o por clientes -a los que ha denominado prostituyentes-” para que no acudan al sistema público, donde podrían ser detectadas.

La profesora universitaria ha detallado en su exposición que la prostitución “ha ido mutando, como su demanda, cada vez mayor”, de forma que ahora su consumidor “es cualquiera: rico, pobre, joven, de izquierdas, de derechas, ateo o religioso”, y ha lamentado que “para cubrir esa demanda feroz se recurre a la trata”, de la que son objeto mujeres y también niñas vulnerables.

“Cada vez más se recurre a mujeres y niñas de origen español porque es más interesante y rentable. Son invisibles en la frontera. Se trata de un consumo de kilómetro cero. Captar mujeres es más rentable que traficar con drogas o armas y los consumidores de prostitución no buscan sexo, sino placer a través del dominio y la violencia”, ha aseverado Torrado, quien ha recalcado que “la trata sexual y la prostitución están conectadas por la deuda”.

“Después de ser captadas, abusadas y vendidas, contraen una deuda por el pago de habitaciones o de operaciones estéticas o por caer en adicciones, por lo que siguen prostituyéndose para pagarla”, lo que acorta su esperanza de vida. EFE