El cineasta tinerfeño Juan Alfredo Amil durante la presentación de la película. EFE/ Alberto Valdés

“Absolución”: Un viaje a través del cine a la realidad de la obesidad mórbida

La Laguna (Tenerife) (EFE).- “Absolución”, la nueva obra del cineasta tinerfeño Juan Alfredo Amil, llegará a los cines de Canarias el próximo 15 de diciembre y con ella una historia en primera persona en la que el director narra el proceso que vivió al sufrir obesidad mórbida y someterse a una operación que le puso “frente a la muerte”; un viaje íntimo repleto de alegatos de “aceptación y superación”.

Así lo ha indicado Amil este miércoles durante una rueda de prensa celebrada en los Multicines Tenerife, donde se expondrá el film desde su preestreno el día 14 de diciembre hasta el día 21, antes de viajar a otras islas.

“Yo en 2018 pesaba 174 kilos, midiendo 1,80. Y después de recibir una noticia de una operación que me tenía que hacer y que podía suponer mi muerte, eso trastocó toda mi vida personal. Y de los demonios que surgieron de ese miedo y de esa angustia surgió la idea de hacer Absolución”, ha explicado el cineasta.

Una noticia que coincidió, ha continuado, con la sensación que le invadía desde 2017 de no estar poniendo su verdadera voz en las obras que estaba llevando a cabo, así que decidió buscar un “leitmotiv necesario” y fue la “vida quien lo decidió” de forma “paradójica y siniestra” con la cercanía de la muerte.

La película, que estuvo preseleccionada para los premios Goya, parte del guión escrito por Arianne Cristiel Dapena y cuenta en el apartado técnico con figuras nacionales de renombre como el diseñador de Sonido Sergio López-Eraña, el estadio Milciclos y Tano Martín, de Newfolder Studio, responsables del etalonaje digital.

Amil también ha destacado que no busca “aleccionar a nadie” con su obra, pero sí transmitir su experiencia, por si algún espectador “puede sentirse identificado y le puede ayudar de alguna manera”, al tiempo que ha señalado que la reciente muerte de la actriz Itziar Castro ha demostrado que “la gordofobia está latente en la sociedad española”.

“Es triste ver que aún hoy en día, a pesar de que hay cada vez más personas que se manifiestan contra la gordofobia, la muerte de Itziar sirvió para que muchos se aprovecharan e intentaran potenciar su discurso de odio y sus prejuicios (…) lo que demuestra que es un problema que aún no se ha solucionado”, ha concluido el cineasta.