Imagen de archivo de un cerebro. EFE/Fernando Alvarado

El silencio mental mejora las interconexiones nerviosas del cerebro, según un estudio

Santa Cruz de Tenerife (EFE).- Una nueva investigación sobre la influencia del estado de silencio mental en la anatomía del cerebro humano concluye que la práctica a largo plazo de la meditación se asocia con el fortalecimiento de las conexiones interhemisféricas.

La investigación, coliderada por la Universidad de La Laguna, se centró en el estudio de la anatomía de la materia blanca cerebral que conecta áreas relevantes para el autocontrol de las emociones y la atención, localizadas tanto en el hemisferio derecho como en el hemisferio izquierdo incluyendo la amígdala, el cingulado anterior y la ínsula anterior, según detalla el centro universitario en una nota.

Ese fortalecimiento se produce entre las regiones límbicas y las que existen entre las regiones cerebrales cingulo-amigdalar y cingulo-insular relacionadas con procesos atencionales y emocionales que se denominan de autocontrol de arriba abajo (Top-down control).

Así, las interconexiones parecen estar relacionadas con los efectos a largo plazo del silencio mental desarrollado con la meditación denominada “Sahaja Yoga”.

El artículo se ha publicado recientemente en la revista ‘Plos One’ y lleva por título “Mejora en la conectividad estructural de la materia blanca entre la amígdala y el cingulado anterior en meditadores de Sahaja Yoga” y la investigación ha sido coliderada por el profesor Sergio Elías Hernández de la Universidad de La Laguna, y Alfonso Barros, de la Universidad Jaume I de Castellón, en colaboración con la Universidad King’s College de Londres y la de Maastricht en Holanda.

“De hecho llevan catorce años de estudio de los beneficios del estado de silencio mental para el cerebro humano”, añade la ULL.

La Meditación Sahaja Yoga (MSY) es una práctica en la que los meditadores alcanzan regularmente la denominada consciencia sin pensamientos o silencio mental, “estado denominado Nirvichara en el yoga clásico”.

“El silencio mental es un estado de meditación en el que se tienen muy pocos o ningún pensamiento, estando con la atención en el momento presente, lo que mejora la eficiencia y facilita la percepción e interacción con las emociones”, expresa la nota.

“Dicho de otra forma”, explica el investigador de la Universidad de La Laguna, “cuando estamos enredados en los pensamientos, estos dificultan y distraen la percepción de lo que ocurre en cada instante, entorpece la percepción objetiva de las emociones, y algunos pensamientos pueden reforzar emociones negativas que a la larga pueden generar estrés, ansiedad o depresión”, resalta.

El estudio se realizó en el escáner de resonancia magnética de la Universidad de La Laguna, donde los investigadores registraron la anatomía cerebral de materia blanca de 20 voluntarios meditadores, expertos en la meditación Sahaja Yoga, y 20 voluntarios no meditadores.

Agrega la ULL que este estudio complementa los trabajos de materia gris hechos por estos científicos publicados en la misma revista ‘Plos One’ en 2016 y 2020, en los que los investigadores mostraron que los meditadores de esta técnica tenían en torno a un 7 % de más materia gris en todo el cerebro, y que esta diferencia era más acentuada, y siempre mayor en meditadores, en el lóbulo temporal derecho, asociado con las emociones. EFE