La soprano australiana Jessica Pratt (en la imagen) acompañó a la familia del tenor Alfredo Kraus (1927-1999) en la ofrenda floral que Las Palmas de Gran Canaria realiza en su memoria cada 24 de noviembre, coincidiendo con el aniversario de su muerte. EFE/Ángel Medina G.

La soprano Jessica Pratt se pone al frente del homenaje anual a Alfredo Kraus

Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- La soprano australiana Jessica Pratt protagoniza este lunes el concierto que cada año organiza Las Palmas de Gran Canaria en homenaje al tenor Alfredo Kraus (1927-1999) en el aniversario de su muerte, un acto en el que se volverán a evocar su voz y su figura.

En el concierto, resonarán piezas de obras emblemáticas que formaron parte del repertorio de Alfredo Kraus, como ‘La Sonnambula’, ‘I Puritani’ o ‘Lucia di Lammermoor’, cantadas por Jessica Pratt e interpretadas por la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, bajo la dirección de Karel Mark Chichon.

La soprano australiana cerrará su concierto este lunes el auditorio Alfredo Kraus con ‘Lucia di Lammermoor’, tanto por ser uno de los libretos más frecuentes del tenor grancanario como porque -ha rememorado- es la ópera con la que ella debutó en los escenarios, «y es una ópera que he cantado a lo largo de 20 años».

Ha añadido que tener ocasión de interpretarla en homenaje a Kraus, que llegó a subir a las tablas con algunas de las sopranos que fueron profesoras suyas, «es un honor importantísimo y emocionante».

Porque, a su juicio, «Alfredo Kraus es un mito para cualquier belcantista, un tenor capaz de ahondar en su repertorio durante casi cuarenta años sin perder nunca esa misma musicalidad, esa misma belleza de sonido y ese afán perfeccionista constante».

Acorde al parecer de la soprano, la hija del tenor Rosa Kraus, presidenta de la fundación dedicada a su figura, ha valorado que el legado de su padre «sigue vivo, en la isla que lo vio nacer, con el auditorio y el concurso internacional de canto que llevan su nombre, pero también en escenarios y escuelas de todo el mundo».

Rosa Kraus ha hecho especial énfasis en cómo la herencia artística de su progenitor, que hizo de la enseñanza una de sus tareas más apreciadas, se traslada de generación en generación a través de profesores que preparan a nuevos valores de la lírica en diferentes lugares del mundo.

Y es que, incluso a un cuarto de siglo de su muerte en 1999, «hoy siguen valorando y aprovechando su herencia los nuevos cantantes, tanto masculinos como femeninos, que tienen un recuerdo muy especial y cariñoso de Alfredo Kraus, y especialmente de sus técnicas de canto, de las que muchos han aprendido y siguen aprendiendo», ha recordado el presidente de la Fundación Auditorio y Teatro de Las Palmas de Gran Canaria, Tilman Kuttenkeuler.

«Porque su legado -ha subrayado- no es solamente un edificio o un concurso que llevan su nombre, sino también el recuerdo vivo que se mantiene en los ambientes de la educación musical y del canto».

Como máximo responsable del auditorio a él dedicado, Tilman Kuttenkeuler se ha felicitado por tener la oportunidad de celebrar el 24 de noviembre, que -ha declarado- «es una fecha muy especial para quienes tenemos el orgullo, no solo en este día, sino todo el año, de poder trabajar a la sombra del nombre de Alfredo Kraus».

Más todavía en el caso del tenor, porque en todo el mundo «son pocos los teatros o auditorios que lleven el nombre de grandes artistas que pasaran en vida por ellos, como en el caso del de Las Palmas de Gran Canaria, siendo la mejor tarjeta de visita internacional para una sala que, para no empañar su recuerdo, pone todo su esfuerzo en mantener una programación de calidad que esté a la altura del artista que la inspiró», ha sentenciado. EFE