La expresidenta de la CDS, María José Rienda, en una foto de archivo. EFE/ Luca Piergiovanni

Rienda, Entrerríos, Hernanz y García comparten papel de educación ante dopaje

Santander, 9 sep (EFE).- La exsecretaria de Estado María José Rienda, el excapitán de la selección española de balonmano Raúl Entrerríos, el campeón y subcampeón olímpico de waterpolo Pedro García y el presidente de la Federación Española de Piragüismo, Javier Hernanz, coincidieron en la importancia de la educación desde la familia para prevenir y evitar el dopaje entre los deportistas.

Todos ellos participaron en el curso sobre la nueva normativa antidopaje de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), organizado por la Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte (CELAD).

“El deporte te hace madurar muy pronto y es fundamental toda la gente que te ayuda a llegar, la familia y también el equipo técnico y que trabajes en la cultura del esfuerzo. Cuando te metes en el alto rendimiento pasas a estar con un equipo técnico más que con tu familia”, dijo Rienda, que habló también de “la desconfianza del exterior” cuando competía y recordó que ella llevaba “siempre dos botellas”.

“Yo soy partidario cien por cien de asustar”, indicó Javier Hernanz. “Todos hemos tenido contacto con cursos de prevención, pero al final el deportista está a lo que está y va entrando en una dinámica en la que se despista . O te asustan un poquito sobre todo lo que puedes perder o te puedes despistar y la puedes liar. Yo como deportista no cojo una botella abierta jamás. No te das cuenta y entras en un sistema de intereses económicos”, aseguró Hernanz, que moderó la mesa redonda “La importancia del entorno del deportista en la prevención de los valores del deporte limpio”.

“TENÍAS EN TU MANO A MÉDICOS ENCANTADOS DE COGER TU CARRERA DEPORTIVA”

Hernanz repasó su mala experiencia previa a los Juegos de Atenas 2004, cuando un integrante de la selección española dio positivo por EPO y cómo aquello influyó en su ánimo antes de competir, así como “la frustración” durante su carrera por no conseguir los resultados esperados.

“La línea estaba aquí delante y los que te ganaban luego daban positivo. Tenías en tu mano a varios médicos que estarían encantados de coger tu carrera deportiva. Hay gente que no tiene esos valores. Nosotros ahora hemos sacado medallas de todos los colores y la gente no piensa en eso. No tenemos médico en el equipo”, dijo antes de asegurar que “a día de hoy sigue habiendo dopaje, pero no hay nadie que vaya a un campeonato con EPO sin que le pillen”.

En tono anecdótico Rienda y Hernández se refirieron a las dificultades que tuvieron para cumplir con el sistema de localizaciones para los controle, en el caso de la primera por los lugares a veces remotos de concentración y competición de esquí hace años, cuando tenía que buscar un fax para comunicar dónde se encontraba. El segundo porque tuvo “dos avisos de despiste”, por no comunicar un viaje. “Siempre me he quejado porque era un poco locura”, señaló la granadina.

Pedro García relató cómo al principio de su carrera le ofrecieron medicarse porque era muy delgado y lo rechazó y también su experiencia previa a los Juegos de Barcelona’92, cuando consumía sustancias sin intención de doparse que podrían haber dado positivo, además de su experiencia posterior para recuperarse de adicciones.

“El deporte de élite es el menos saludable porque llegas al límite y hay deportes que favorecen ese consumo. Hay que transmitir el mensaje de que tus actos tienen consecuencias. Ahora hay mucha sobreprotección Nosotros tuvimos muchos médicos, nos daban ginseng. Pero la única basura que tomamos antes de Barcelona’92 fue comida de McDonalds”, apuntó.

“El balonmano ha sido un deporte bastante sano, no he conocido ningún caso y no he tenido la sensación de tener que estar pendiente de lo que hacían otros compañeros, mas allá de los controles y las precauciones”, agregó Raúl Entrerríos.

“Pero destacaría la importancia da los servicios médicos, nosotros siempre hemos tenido buenos médicos que nos han marcado pautas siempre con la prohibición de tomar algo sin consultar con ellos”, dijo Entrerríos, para quien la educación desde el núcleo familiar es fundamental.

Durante la sesión se habló también de la presentación de denuncias de posibles prácticas dopantes y el director de la CELAD, José Luis Terreros, comentó que se reciben muchas, de las que un 95% son anónimas y un 5% llegan con nombre, y de la unificación de criterios internacionales, aumentar la sensibilización y trasladar el mensaje “yo no me dopo por convicción” para mejorar la lucha contra el dopaje.