Trabajadores del complejo de fauna de Santillana del Mar (Cantabria), evalúan los desperfectos y acondicionan los distintos recintos, este miércoles. EFE/ Javier G. Paradelo

El zoo de Santillana se afana en superar la inundación y reabrir este sábado

Santillana (Cantabria), 18 ene (EFE).- El Zoológico y Parque Cuaternario de Santillana del Mar ha vivido horas “angustiosas” por las inundaciones que han afectado a sus casi 7 hectáreas y, sobre todo, a sus animales, muchos en peligro de extinción, pero se limpia a contrarreloj para intentar reabrir este fin de semana.

Trabajadores del complejo de fauna de Santillana del Mar (Cantabria), evalúan los desperfectos y acondicionan los distintos recintos, este miércoles. EFE/ Javier G. Paradelo

Su director, José Ignacio Pardo de Santayana, ha explicado a EFE que han sido “los momentos más complicados” desde su inauguración hace 46 años, porque se ha tenido que realojar a los animales más sensibles, han muerto dos pequeños ejemplares por el frío y es necesario vigilar la salud del resto en los próximos días.

Trabajadores del complejo de fauna de Santillana del Mar (Cantabria), evalúan los desperfectos y acondicionan los distintos recintos, este miércoles. EFE/ Javier G. Paradelo

Todo por una inusual crecida del arroyo que atraviesa las instalaciones, que se ha desbordado debido a los más de 150 litros de agua por metro cuadrado caídos, una inundación que ha llegado a sitios altos como el acuario o la zona de los primates de América del Sur, alcanzando en algunos momentos más de siete metros, ha asegurado su director.

Sin embargo, Pardo de Santayana reconoce que ya ha pasado el susto para garantizar la supervivencia de algunas especies, como los grandes primates, y de manera particular los orangutanes de Sumatra, ya que este zoo es el único lugar de España donde pueden verse y donde se asegura su reproducción en cautividad.

Ahora, afirma, toca “movilizar el pequeño ejército” que constituye el personal del zoo para limpiar varios miles de metros de caminos y senderos, así como el acceso a las instalaciones, cubiertas de una capa de lodo, hojas y restos vegetales, además de adecentar la cafetería o la tienda de regalos.

Este miércoles, un día después de la inundación, los esfuerzos de limpieza se han centrado en las instalaciones que acogen a los animales una vez que el nivel de agua ha descendido lo suficiente para poder acceder a las mismas.

A la espera de que la crecida siga remitiendo, se pueda actuar en el resto de habitáculos que sirven de hogar a las distintas especies.

Aunque cerrado, el zoo no para su actividad, pues junto a las tareas de limpieza que el personal de la instalación realiza de manera constante, también se afana en atender a los animales, alimentarles de manera habitual y, sobre todo, vigilar su salud ante el temor de que el frío y el agua puedan causar alguna enfermedad.

El zoo permanecerá cerrado a las visitas y sus responsables estarán atentos a la evolución del temporal, pero recibe constantes llamadas telefónicas y mensajes en las redes sociales interesándose por las tareas de limpieza y, de manera especial, por el bienestar de miles de animales que allí tienen su casa.

En este sentido, el director de la instalación agradece “las miles de muestras de apoyo” recibidas de personas particulares, incluso de voluntarios que se ofrecen a ayudar en las tareas de limpieza, aunque asegura que “la mejor manera” de colaborar con el zoológico “es venir a visitarnos”.

No obstante, dados los daños en las instalaciones, todavía sin cuantificar, la Dirección ha decidido abrir una cuenta a nombre de la Fundación Zoo de Altamira para canalizar las aportaciones que quieran realizar los ciudadanos.

Para Pardo de Santayana, el objetivo es poder reabrir este sábado para “seguir a la nuestro”, que es mantener abierto un zoológico que recibe cada año más de 60.000 visitantes, cifra alejada de aquellos 140.000 que llegaron a pisar sus instalaciones antes de que abriera sus puertas el Parque de la Naturaleza de Cabárceno.

Por Javier G. Paradelo.