Miguel Ramos
Ajo (EFE).- Un palacio rehabilitado del siglo XVI busca nuevo propietario que quiera adquirir las llaves de este tesoro patrimonial ubicado en la localidad de Ajo (Bareyo), a los pies del Cantábrico, y que fue reconvertido en un hotel de lujo.
Frondosos jardines con vistas al mar, estancias señoriales armonizadas con elementos decorativos propios de museos, grandes habitaciones y baños que rezuman nobleza e, incluso, una capilla para devotos, son algunos de los atractivos que esconde este edificio con 2.000 bombillas y una finca de más de 8.000 metros cuadrados.
Si antaño caballos y carruajes pisaban sus sendas, ahora son los vehículos de alta gama de reconocidos empresarios, banqueros, políticos o jeques los que visitan el Hotel Palacio de la Peña en Cantabria, seducidos por la tranquilidad, la exclusividad o el anonimato que ofrecen estas singulares instalaciones rodeadas de laderas verdes.
Un emprendedor autodidacta
¿El impulsor? Un emprendedor y amante de las antigüedades que en la década de los años 90 se topó con ese palacete en estado “ruinoso” por donde, incluso, “transitaba el ganado”.
Él compró la propiedad y se propuso adecentarla de forma autodidacta con sus conocimientos constructivos y el soporte de canteros de Navarra.
Gracias a una visión propia de “genios” de otras épocas, según relatan a EFE sus allegados, consiguió levantar un complejo residencial amurallado de evocación versallesca en el que el tiempo parece anclarse en el pasado.
Un sello visible en la fachada principal recuerda que la casa originariamente perteneció al linaje Vélez de Hontanilla, alguacil mayor de la inquisición navarra y alcalde de la Junta de Siete Villas y Valle de Mena.
Las antiguas caballerizas derruidas mudaron a un luminoso y completo comedor y se dotó el interior del edifico principal con suites y habitaciones de lujo a base de exquisito confort, amplias estancias y una decoración resaltada por retablos de madera, obras de arte, muebles de época, armarios tapizados o alfombras de la Real Fábrica de Madrid.
Todo ello sumado a coquetos salones con ventanales ideales para leer o charlar mientras se disfruta de una copa y música ambiente. Si bien la privilegiada ubicación del palacio también permite evadirse entre las opciones de ocio y cultura que ofrece la región.
Playas y parques naturales
Y es que, se encuentra cerca de playas como Cuberris, Noja, Isla, Santoña o Laredo o también de focos turísticos como Santillana del Mar, el Palacio de la Magdalena, Comillas, Cabárceno, los parques naturales o las ciudades de Santander y Bilbao.
La venta, que puede formalizar cualquier particular por internet, corre a cargo de Bernadó Luxury Houses, una inmobiliaria con experiencia en la comercialización de exclusivas propiedades o Bienes de Interés Cultural (BIC), como la fortaleza de San Ramón ubicada en el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar.
Ahora solo falta que alguien desembolse el millonario montante (3,8 millones de euros) para obtener este conjunto histórico, y cumplir el sueño de residir en un palacio o seguir explotando la propiedad como pequeño hotel boutique.
