Los tractores y los cencerros de Barcenillas (Ruente) han dejado por un día de sembrar, arar y cargar heno para convertirse en carrozas llenas de purpurina, burbujas, arcoíris y música en el segundo festival Agrogay de Cantabria. EFE/ Pablo Ayerbe

Tractores y cencerros reivindican respeto para el colectivo LGTBI del mundo rural

Barcenillas (Ruente).- (EFE).- Los tractores y los cencerros de Barcenillas (Ruente) han dejado por un día de sembrar, arar y cargar heno para convertirse en carrozas llenas de purpurina, burbujas, arcoíris y música en el segundo festival Agrogay de Cantabria, una iniciativa para visibilizar al colectivo LGTBI del mundo rural.

El pueblo, con un centenar de habitantes, se ha decorado este fin de semana con imágenes curiosas como la iglesia reconvertida en la sede de la Asociación Cultural de Barcenillas, que organiza el evento o “travestis” con albarcas, el zapato tradicional del mundo rural cántabro.

Para el presidente de esta asociación, Pedro José Gutiérrez, la base de la celebración es “que se reconozca que en el mundo rural existe este colectivo y que se respete”, porque, según lamenta en declaraciones a EFE, en “algunos pueblos” de Cantabria, el colectivo LGTBI “no está bien visto”.

Sin embargo, reivindica que eso no pasa en Barcenillas, su lugar de residencia, una localidad “abierta” y donde los vecinos se “vuelcan” con esta celebración. “Los vecinos son muy tolerantes y respetuosos. Se vuelcan muchísimo”, destaca.

Prueba de ello son las banderas trans o arcoíris que decoran durante todo el fin de semana las casas de este pequeño pueblo y el buen ambiente que se respira en las calles de Barcenillas.

Más que un evento festivo

Gutiérrez subraya que a pesar de que el “Agrogay”, que se ha celebrado ya en lugares como Galicia, es un evento festivo, este año han decidido dejar también espacio para la reflexión y la educación.

Así, una mesa redonda sobre la realidad del colectivo en el entorno rural, un concurso de relatos o una exposición de “collage queer” se han combinado con el desfile, donde los tractores del pueblo se han convertido en carrozas multicolores.

Y con las actuaciones de la “drag queen” Mia Moi, el espectáculo de Gran Nogara y la intervención como pregonero del artista asturiano Rodrigo Cuevas.

También, dice el organizador, este evento, que cumple su segunda edición en Cantabria, cada vez atrae a más gente y además de asistentes de la región, ha contado con la presencia de vascos, madrileños o incluso turistas de Las Palmas de Gran Canaria.

Los vecinos de localidades cercanas también se han acercado, como Conchita, de Cabuérniga, quien expresa a EFE que la celebración le parece “estupenda”. “Todos tenemos el mismo derecho a enamorarnos de quien nos apetezca”, apunta.

Esta mujer reivindica el respeto al colectivo en el mundo rural y pide “concienciar” a la población de estos entornos para que las personas LGTBI sean más libres. “Que se conciencie y que salgan del armario porque muchos no se atreven a salir: No es ninguna vergüenza”, razona.

Pablo Ayerbe Caselles