Santander (EFE).- El artesano David López ha convertido los restos de “El Cajigo Jubilón”, un roble de unos 1.200 años al que una tormenta derribó en los ochenta, en instrumentos tradicionales de Cantabria como la flauta, la pandereta, el rabel -similar al laúd- o el pitu -un tipo de clarinete-.
Todos ellos, muy arraigados al folclore cántabro, se expondrán en el Museo de la Naturaleza de Cantabria en Carrejo (Cabezón de la Sal) y sonarán por primera vez en el Cabuérniga Folk, que se celebrará este verano en la Castañera de Terán.
“El Cajigo Cubilón era el árbol que más bellotas daba de Cantabria”, ha asegurado este miércoles David López durante la presentación de los instrumentos tradicionales.
También han participado el vicepresidente regional y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga, la directora general de Acción Cultural, Gema Agudo, ambos en funciones, y Nicolás Toral, de la asociación cultural Castañera.
El proyecto “El Cajigo Cubilón, una segunda vida para su madera”, además de tener un aspecto musical, responde a la memoria de ese árbol “tan importante”, cuyos restos yacen en el monte Aa, en Ruente, y que para el artesano no podía tener mejor destino que este lote de instrumentos.
“Nuestro ADN”
“Estas iniciativas hay que apoyarlas porque son nuestra identidad y nuestro ADN”, ha incidido López, quien ha valorado que El Cajigo Cubilón “pueda tener voz propia” gracias al proyecto.
Nicolás Toral ha señalado que, desde la asociación cultural Castañera, ayudaron a David López a tramitar permisos con los propietarios del monte y le pusieron en contacto con la Consejería de Cultura.
El vicepresidente en funciones cree que este proyecto es “especialmente simbólico porque evidencia la raíz de la cultura tradicional de Cantabria y cómo un árbol ilustre de nuestra tierra pasa a tener una nueva vida”.
“Es fundamental que el Gobierno de Cantabria escuche a los colectivos para generar proyectos trascendentales como el de hoy, sobre todo por su impacto etnográfico y cultural”, ha apostillado Zuloaga.