Marcelino Fernández Arnáiz, apodado el Pederasta de Astillero y uno de los delincuentes sexuales con mayor historial de abusos a menores en España, la última vez que se sentó en el banquillo, el 29 de marzo. EFE/ Pablo Ayerbe Caselles.

Cuatro años y medio al Pederasta de Astillero por intentar violar a una niña en un portal

Santander (EFE).- La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a cuatro años y medio de prisión al Pederasta de Astillero por intentar agredir sexualmente a una niña de diez años en el interior de un portal de Santander.

Marcelino Fernández Arnáiz, apodado el Pederasta de Astillero y uno de los delincuentes sexuales con mayor historial de abusos a menores en España, se volvió a sentar en el banquillo en marzo, 14 años después de su última condena.

Es un pederasta multirreincidente que lleva más de dos décadas entrando y saliendo de prisión por abusos a menores, a los que suele abordar en lugares públicos ofreciéndoles golosinas.

Ha sido detenido hasta en 21 ocasiones por abusos a menores, concretamente, en los años 1980, 1983, 1986, 1990, 1999, 2000, 2002, 2003 y 2008.

En 2017, Fernández salió de prisión tras su ultima condena por haber abusado de una menor en Santander tres días después de haber abandonado la prisión de Dueñas (Palencia), tras cumplir cinco años por unos hechos similares.

En esta nueva sentencia, el tribunal le considera autor de un delito de agresión sexual en grado de tentativa, con la concurrencia de la circunstancia agravante de la responsabilidad penal de reincidencia, ya que ha sido condenado en otras ocasiones por delitos de la misma naturaleza.

Además, le prohíbe comunicar y acercarse a la menor durante nueve años, le impone una medida de libertad vigilada tras salir de prisión durante cinco años y le inhabilita para profesiones u oficios que conlleve contacto con menores durante nueve años.

También le condena como autor de un delito leve de lesiones sobre la menor, y le impone una pena de multa de 540 euros. En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar a la niña con 3.150 euros por lesiones y daño moral.

Patada en la entrepierna y dos sartenazos

Según recoge la sentencia, el Pederasta de Astillero se encontraba en las inmediaciones del portal cuando la niña, que acababa de salir, volvió para recoger una sartén que había comprado su abuela en un establecimiento próximo.

Aprovechando que la niña entraba en el portal, el procesado entró tras ella con la finalidad de realizar a la menor actos de carácter sexual, preguntándola cómo se llamaba y cuántos años tenía, diciéndole que subieran juntos en el ascensor.

“Al negarse ésta, el procesado con sus dos manos agarró a la menor fuertemente de ambas muñecas; tras pedir al procesado que la soltase, la niña comenzó a gritar en petición de socorro”, continúa la sentencia.

Entonces, el hombre soltó a la niña para taparle la boca, “tirándola, asimismo, del pelo, tratando de llevarla a la zona oscura del portal”.

Para zafarse de su agresor, la niña le dio una patada en la entrepierna, momento en que él dio a la menor un puñetazo en la nariz y en la boca, arrojando las gafas de la menor al suelo, defendiéndose ella dándole a él un golpe en la cabeza con la sartén que llevaba, lo que hizo que el procesado le diera una bofetada en la mejilla izquierda.

La niña le dio nuevamente a él un golpe en la cabeza con la sartén, momento en que el procesado salió huyendo del lugar sin conseguir su propósito, relata la sentencia.