Santander (EFE).- La Fundación Botín invirtió en 2022 un presupuesto de 16,5 millones de euros, en un año de una actividad “frenética” con un crecimiento en todos sus programas sociales y con el quinto aniversario del Centro Botín, que incrementó un 35 por ciento sus visitantes y alcanzó la ocupación de actividades más alta desde su apertura.
El director general de la Fundación Botín, Íñigo Sáenz de Miera, ha presentado este jueves la memoria de la entidad del año pasado y ha destacado que con un presupuesto muy similar al del 2021 se ha aumentado la actividad en todos los programas.
“Cada vez hacemos más con lo mismo”, ha reivindicado Sáenz de Miera, quien ha lamentado que no se esté contando más con el sector social y de las fundaciones para el plan de recuperación y resiliencia de los fondos europeos Next Generation. “Se ha hablado mucho de las empresas, pero poco del sector social”, ha manifestado.
Y ha reclamado que, tras la paralización una vez más del proyecto de ley de mecenazgo por la convocatoria de las elecciones generales, el Gobierno que entre aborde esa medida “con urgencia”, porque, según ha defendido, el último proyecto era “bueno” al mostrar “mayor confianza entre la administración publica y el sector social”.
CENTRO BOTÍN
Dentro de la actividad de la Fundación juega un papel destacado el Centro Botín que, según ha detallado su directora ejecutiva, Fátima Sánchez, recibió 150.566 visitantes, con más 860.777 visitas en su lustro de vida.
De los visitantes del año pasado, 117.796 acudieron a las exposiciones, con santanderinos y cántabros a la cabeza, representando casi la mitad del total.
Los otros 32.770 participaron en su amplia oferta de actividades artísticas, culturales y formativas, con 340 propuestas.
Según ha incidido Sánchez, el Centro Botín tuvo en 2022 el mayor porcentaje de ocupación de toda su historia en las actividades que programa, con un 90,5 por ciento, y un índice de satisfacción de 4,74 sobre 5.

PROGRAMAS
En cuanto al resto de la actividad de la Fundación Botín, su director ha resaltado que la entidad movilizó el año pasado, además, otros 12 millones de euros de terceros para sus programas sociales, especialmente en el área de ciencia, con más de 11 millones captados y los otros 800.000 euros procedentes de otras instituciones al programa Educación Responsable.
Sáenz de Miera ha destacado, entre otros proyectos, la constitución del segundo vehículo de cofinanciación de Mind the Gap, que al igual que el primero, reúne junto a la Fundación Botín a un grupo de inversores privados que han comprometido 3 millones de euros para impulsar nuevas empresas.
También se lanzó la quinta convocatoria del programa, abierta a todo el sistema nacional de ciencia e innovación, que recibió 30 candidaturas.
Los proyectos seleccionados se unirán a las ocho compañías que ya forman parte del portfolio Mind the Gap -de las cuales cuatro ya han llegado al mercado con 23 servicios de base tecnológica y una facturación conjunta de casi 7 millones de euros en 2022.
Además, la Fundación abrió nuevas convocatorias del “Desafío de Talento Solidario” para fortalecer el tejido social de distintas regiones españolas y al que este año se unieron por primera vez Galicia, Jaén y Cantabria, y puso en marcha un proyecto piloto de desafíos, que se ejecutará en 2023 con la participación de seis países de América Latina.
Sáenz de Miera también ha resaltado que el Programa para el Fortalecimiento de la Función Pública en América Latina recuperó el número de candidatos que tenía antes de la pandemia, con 6.000 candidaturas de 700 universidades, de los que se seleccionaron 32 estudiantes, de 17 nacionalidades.
Y ha reivindicado el resultado del programa Educación Responsable que ha incorporado el año pasado a un centenar de centros escolares, hasta alcanzar los 633 tanto en España como en América Latina, siendo ya la red más grande de centros que trabajan las habilidades socioemocionales y la creatividad, ha afirmado.
Finalmente, el director de la Fundación ha señalado que por primera vez se ha exportado el programa “Nansaemprende” fuera de Cantabria, y más concretamente a la Comarca de la Serranía de Ronda, donde se ha iniciado este año una nueva línea de trabajo gracias a la adjudicación de una línea de ayudas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.