Vista de Pico Velasco, un antiguo palacete fortificado por una arquitectura vanguardista que se mimetiza con el entorno verde y azul y que está abanderado por la propuesta culinaria del chef con estrella Michelin, Nacho Solana, en la localidad cántabra de Carasa. EFE/ Miguel Ramos.

Pico Velasco: Una “matrioska” arquitectónica del descanso y con sabor a estrella Michelin

Carasa (EFE).- Naturaleza, descanso, gastronomía y eventos son los principales alicientes de Pico Velasco, un antiguo palacete fortificado por una arquitectura vanguardista que se mimetiza con el entorno verde y azul y que está abanderado por la propuesta culinaria del chef con estrella Michelin, Nacho Solana.

Se trata de una finca de 85.000 metro cuadrados enclavada en Carasa, en Voto, a los pies del río Asón, en pleno Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, que ofrece alojamiento en once lujosas habitaciones, terraza para picoteo con vistas al infinito, instalación acristalada dirigida a eventos y privilegiado restaurante para una treintena de comensales.

Un destino apto para los que quieren buscarse a sí mismos, probar algo distinto en el norte de España o huir del mundanal ruido tecnológico, porque está rodeado de praderas pastadas, incluso, por una ganadería ‘Angus’ que aprovisiona de carne sus despensas.

El exCEO del grupo Volkswagen, Herbert Diess, durante su etapa como director de la planta de Robert Bosch en Treto, fue el que se “encaprichó” del solar, lo compró y ha invertido “una cuantía importante” para rehabilitar el palacete medieval que allí se erigía en una casona a modo de “matrioska”.

“Un cubo dentro de otro cubo”

“Un cubo dentro de otro cubo” fabricado con materiales elegantes y sobrios, como hormigón, madera y piedra, y acompañados por amplios ventanales para que la luz se transforme en “silencio”.

Así lo detalla en una entrevista con EFE la directora de Pico Velasco, Inés Aguirreburualde, quien explica que desde que, a mediados de junio, la apuesta turística echase oficialmente a andar, son constantes las llamadas para disfrutar de las instalaciones.

“Ya tenemos 16 eventos programados con unas 200 personas de aquí a noviembre, sobre todo, bodas”, señala con entusiasmo Aguirreburualde, y añade que la filosofía de Pico Velasco es que sean los novios los que regalen “una experiencia gastronómica” a sus invitados.

Vista de una de las habitaciones de Pico Velasco. EFE/ Miguel Ramos.

Todo ello de la mano de su socio en el proyecto, poseedor de una estrella Michelin y dos soles Repsol, Nacho Solana, que será el encargado de seducir los paladares de los comensales con productos cántabros de “cercanía”.

A él se dirigió Herbert Diess, en 2015, en una primera intentona para que encabezara la carta gastronómica de Pico Velasco, pero no fue hasta después de la pandemia cuando el cocinero cántabro aceptó esta nueva aventura.

Dos menús “inspirados en la tierruca”

Solana reconoce a EFE que le hacía especial “ilusión” afrontar este “desafío”, porque no es habitual encontrar en la región un chef con estrella Michelín que regente también la cocina de un hotel.

Para ello, andará a caballo entre su originario restaurante Solana y la novedad de Pico Velasco. “Va a ser bueno para ambos sitios.

Uno para que empiece con una base y el otro para alimentarse de frescura”, sostiene.

Su propuesta para el restaurante Pico Velasco se compone de dos menús degustación, Albiar y Sincio, inspirados en la ‘tierruca’ y sus productos de mar, montaña y huerta.

“Mi esencia estará en los platos, pero tanto la cocina del restaurante Solana como la de Pico Velasco tendrán su propia identidad”, matiza Solana.

Además, están conformando un equipo joven y con experiencia, no sólo en la atención en la cocina y en la sala, sino también en hostelería y eventos para que Pico Velasco se convierta en uno de los estandartes turísticos de la zona oriental de Cantabria.

Por Miguel Ramos.