Agentes del Greim de la Guardia Civil practican ejercicios de escalada para rescates en Potes. EFE/ Pedro Puente Hoyos.

Cuidando la montaña desde el corazón de los Picos de Europa


Potes (Cantabria) (EFE).- Desde el corazón del Parque Nacional de los Picos de Europa los agentes del Grupo de Rescate Especial e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil velan por los amantes de los deportes al aire libre, preparándose para intervenir en cualquier momento en cuevas, montañas o barrancos.

Mientras practican ejercicios de escalada atentos al móvil por si hay alguna emergencia, este grupo cuenta a EFE cómo se prepara física y emocionalmente.

Afincados en el puesto de la Guardia Civil de Potes, las once personas que componen el Greim tienen como misión auxiliar a cualquiera que necesite ayuda en el medio natural, especialmente en montañas, barrancos o cuevas.

Unas intervenciones, que oscilan entre las 25 y 30 al año, y que van variando a lo largo de los meses.

Dependen también del tipo de turismo, como el espeleológico en la zona de Ramales de la Victoria, o el esquí en la estación de Alto Campoo en invierno.

Para ello, los miembros del Greim deben prepararse físicamente para afrontar rescates complejos en varios entornos.

Por ello actividad diaria se compone de marchas para reconocer el terreno, escalada para mantener un buen nivel físico, espeleología, esquí de montaña cuando hay nieve o prácticas de socorro y autosocorro.

Intervenciones que ‘marcan’

Sin embargo, no todo es entrenamiento, ya que, confiesan, algunas intervenciones “marcan” y muchas veces el factor mental es más difícil de superar que el físico.

Según explica a EFE el responsable de este grupo, el sargento Jorge López, la preparación emocional “va creciendo”.

Pero el grupo la aprende a gestionar “conforme va enfrentándose a esa situaciones””.

“Esa conversación posterior al rescate, entre compañeros, donde se pone en común lo que se ha vivido, esos momentos duros y emocionalmente complejos. Se suelta todo y las penas compartidas son más llevaderas”, apunta.

Eso sí, “lo ideal” es que nadie sea rescatado, por lo que pide a las personas que vayan al monte que sigan los consejos “que dicta el sentido común”.

Por Pablo Ayerbe Caselles.