El autor del libro "Cantabriae Universitas, 1972-2022", Juan Luis Fernández, habla en una entrevista con EFE. EFE/Pablo Ayerbe

Del desarrollismo a la internacionalización, medio siglo de la Universidad en Cantabria

Santander (EFE).- La Universidad de Cantabria (UC) arranca este lunes un nuevo curso con la celebración más oficial de sus 50 años de vida, medio siglo que la institución académica comenzó con el desarrollismo económico de los años 70 y que continúa este 2023 asentada en su internacionalización.

El acto de apertura del curso estará este año presidido por el rey Felipe VI, que abrirá por primera vez el inicio de las clases universitarias en Cantabria.

La historia de esta universidad se cuenta en paralelo a la de España y a la de la autonomía de Cantabria, tal y como refleja el libro “Cantabriae Universitas, 1972-2022”, una recopilación de los principales hitos de la institución que la UC ha editado este 2023.

Su autor, el periodista e historiador Juan Luis Fernández, explica a EFE cómo surgió la idea de albergar en Santander, entonces una provincia castellana, una universidad propia desligada de la histórica institución de Valladolid.

La UC ha sido, según Fernández, “fundamental para Cantabria” porque desde su formación “se ha elevado muchísimo el porcentaje de personas con un título superior” en la región y ha sido “muy importante” para la incorporación de la mujer a los estudios, hasta el punto de que en la actualidad hay más alumnas que alumnos.

Y también, en su opinión, fue clave para la construcción de la identidad cántabra y la divulgación de la cultura regional. “Sin la UC no se sabría ni el 90 por ciento de lo que se sabe de Cantabria”, subraya.

Orígen

Esta universidad, que en la actualidad cuenta con 12.000 alumnos, surgió en la España desarrollista que necesitaba “médicos, ingenieros y abogados” con la creación de algunas escuelas como las de Caminos o Medicina, vinculadas a instituciones existentes en la entonces provincia de Santander como el Hospital Marqués de Valdecilla.

“Fue muy querida, no fue un capricho de un gobierno. Venía de una tradición y la provincia tenía una categoría”, reflexiona Fernández.

A partir de ahí, esboza, la historia de la UC se ha desarrollado paralela a la de la autonomía y la democracia.
Durante esta evolución, también pone el acento en el continuismo de todos los rectores que han pasado por la UC, que “dejando su sello propio”, han seguido una hoja de ruta común.

Uno de esos objetivos comunes, señala, ha sido potenciar la investigación en el seno de la institución, que surge, según Fernández, con la experiencia internacional de sus mandatarios.

Del perfil investigador de la universidad, Fernández destaca las ventajas de ser una institución “joven” y “más flexible” que otras del resto de España.

Sobre los próximos 50 años de la universidad, el escritor ve una UC con el eje alumno-profesor como factor “esencial”, pero que aproveche más lo digital y la diversificación de métodos, así como el registro de más patentes.

Pablo Ayerbe Caselles