Santander, 24 oct (EFE).- El Gobierno de Cantabria trabaja para tener listo en verano de 2024 el decreto de viviendas de uso turístico, que podría incluir una limitación del número total de alojamientos, según ha avanzado este lunes la consejera, Eva Guillermina Fernández.
“No solamente hay que distinguir entre viviendas legales e ilegales, sino cuántas viviendas legales puede admitir un territorio determinado o una ciudad. Habrá que poner también un límite, lo mismo que se pone a los hoteles”, ha afirmado Fernández, en declaraciones a los periodistas, tras la primera reunión de la mesa sobre viviendas de uso turístico.
El Ejecutivo cántabro pretende introducir nuevos requerimientos para las viviendas que quieran tener un uso turístico en la región.
Sin embargo, aunque se establezca un nuevo marco normativo para frenar la proliferación de viviendas ilegales, la consejera ha insistido en que son los ayuntamientos los que tienen “la llave” para regular las viviendas de uso turístico a través de sus respectivos planes generales de urbanismo y decidir “la capacidad que quieren alcanzar con este tipo de viviendas”.
Fernández ha destacado que la ocupación hotelera del verano ha sido “buena”, pero “no refleja ese crecimiento tan grande” del turismo que ha experimentado Cantabria, sobre todo en Santander y en las localidades costeras. “Hay muchísima gente que está en estas viviendas ilegales que no controlamos”, ha reconocido.
“Si se dispara, perderemos calidad”
Para la consejera es importante saber el número de visitantes que hay porque “si se dispara”, se estará “perdiendo calidad de los servicios, saturando los destinos” y, en definitiva, “haciendo las cosas mal”, lo que a su vez puede llevar a que el modelo turístico no sea sostenible y haya “problemas para el futuro”, ha advertido.
En la reunión han estado representados, además del Gobierno regional, la Asociación de Hostelería; la Asociación de Turismo Rural; la Asociación de Viviendas Turísticas; la Asociación de Alquileres Vacacionales; la Unión de Consumidores, y el Ayuntamiento de Santander, mientras que las asociaciones vecinales (Federación Cántabra de Asociaciones de Vecinos y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Santander y Cantabria) estaban convocadas pero no han asistido.
La hoja de ruta de la Consejería es celebrar otro encuentro para seguir recabando información y opiniones del sector para intentar tener en verano un nuevo decreto. “No me quiero comprometer porque siempre surgen imprevistos, pero es lo que nos gustaría”, ha puntualizado la titular de Turismo.
Cantabria reguló por primera vez el uso de la vivienda turística con un decreto que se publicó en 2019, y que según la consejera ya está “obsoleto”.
Se concentran en la costa
Cantabria ha registrado hasta agosto de este año 1.406 declaraciones responsables para explotar una vivienda de uso turístico, más del doble que en el mismo periodo de 2022, según datos facilitados por el Ejecutivo.
Los municipios costeros concentran la mayoría de solicitudes, con Santander a la cabeza, sumando 550 en los ocho primeros meses de 2023, más que en los tres años anteriores juntos (397).
En total, en la capital cántabra hay registradas 1.048 declaraciones de viviendas de uso turísticos.
Le siguen Suances (176), Comillas (161), San Vicente de la Barquera (151), Ribamontán al Mar (136), Noja (128), Miengo (112), Piélagos (104), Castro Urdiales (69), Laredo (61), Santa Cruz de Bezana (52), Arnuero (50), Alfoz de Lloredo (43) y Camargo (37).