Santander.- El acusado de matar a su casera en su piso de Santander, oye el veredicto del jurado que le ha declarado culpable de asesinato este jueves. EFE/ Pablo Ayerbe

Culpable de asesinato al hombre que asfixió a su casera en Santander

Santander (EFE).- El hombre de 38 años, acusado de asesinar a su casera, en el piso de ésta en Santander, ha sido declarado culpable de asesinato por el jurado popular que le ha juzgado esta semana en la Audiencia de Cantabria.

El jurado popular, que ha emitido la tarde de este jueves su veredicto, considera que este hombre asfixió a la mujer, de 68 años, sin que ella pudiera defenderse por estar atada y sin estar afectado por las drogas.

Tras el veredicto del jurado, que queda visto para sentencia el juicio contra este hombre, para quien el ministerio público de Cantabria pide 20 años de cárcel por asesinato y la acusación particular, que representa a las hijas de la víctima, solicita 25 años prisión.

La defensa del acusado, que pedía que se le aplicara una eximente por consumo de drogas y se le condenara por homicidio, solicita, tras el veredicto, la condena mínima por un delito de asesinato (15 años).

Probado que ató a la víctima

En la Audiencia de Cantabria, los integrantes del jurado popular han declarado probado que el hombre ató a la mujer de pies y manos con una tela, después de que discutieran por su voluntad de consumir drogas.

La mujer, que logró llamar a los servicios de emergencia, fue asfixiada por el acusado “con una tela o con el mismo colchón en el que estaba tumbada”, después de que el hombre se percatase de que la policía había llegado a la puerta del piso.

El jurado ha determinado que el acusado no tenía su voluntad “total o parcialmente” disminuida por las drogas en el momento de asfixiar a su casera, tal y como éste declaró en el juicio y sostenía su defensa.

Y ha tenido en cuenta el jurado las declaraciones de la Policía, que dijo en la vista oral que el hombre estaba “tranquilo” cuando fue detenido, así como las de las forenses, que determinaron que su adicción a la cocaína no modificó su conducta.

El acusado ya admitió este lunes en su declaración que puso a su casera un cojín en la cara, pero afirmó que su intención no fue acabar con su vida sino taparle la boca y que no la oyera la Policía.

Sin embargo, el jurado ha apreciado también que la víctima “carecía de la posibilidad de resistirse y de proteger su vida”, ya que tenía “su movilidad reducida al máximo” debido a que estaba atada.

“Su objetivo mortal”

Por ello, ha concluido que esa indefensión “garantizó al agresor la consecución de su objetivo mortal”.

Además de la pena de prisión, la Fiscalía pide que el hombre indemnice a las hijas de la víctima con 85.200 euros, mientras que la acusación particular eleva la cuantía de la indemnización a 110.760 euros.

En el último día de la vista oral del juicio, celebrada este jueves, este hombre de 38 años, se dirigió al jurado para expresar su “perdón de corazón” por su actos, que, ha afirmado, “no hubieran sucedido así” si no hubiera estado drogado.

En el primer día del juicio, el hombre, que llevaba un mes y medio viviendo con la víctima cuando ocurrieron los hechos -el 22 de febrero de 2022-, dijo que discutía habitualmente con ella por su adicción a la cocaína.