Estudiantes prestan atención a una clase en su teléfono móvil. EFE/ Koen Van Weel

La mitad de los centros de Cantabria de Secundaria regulan el uso del móvil

Santander (EFE).- Alrededor de una treintena de centros educativos públicos de Secundaria de Cantabria, en torno al 60 por ciento del total, tienen regulado el uso del móvil, y prácticamente la totalidad de los concertados lo tienen prohibido, según señala a EFE la Consejería de Educación.

Este departamento explica que su postura es la eliminación, con carácter general, del uso de los móviles en centros educativos, excepto en casos de uso pedagógico programados, “pero siempre respetando la autonomía de los propios centros educativos”.

Al inicio de este curso 2023-24, como novedad, la Consejería de Educación de Cantabria recomendó a los centros la regulación del teléfono móvil y, según asegura este departamento, cada vez son más los que se adhieren a esta iniciativa en la región.

No prohibir, sí regular

La recomendación se dirigió especialmente a los institutos y, según explicó entonces el consejero, Sergio Silva, se ha hecho bajo la premisa de “no prohibir”, pero “sí regular” para evitar su uso en las horas lectivas y en los recreos. “Los centros son espacios también para la convivencia”, sostiene el consejero.

Educación se basó en los datos del informe “El uso de las tecnologías por menores en España”, publicado por Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, según los cuales “la práctica totalidad de los niños españoles de entre 10 y 15 años accede a internet y, a los 13 años, nueve de cada diez ya tiene móvil propio”.

Unos jóvenes usan sus teléfonos móviles en un parque de Niza, en Francia, donde se prevé que las emisiones de CO2 por el uso digital se tripliquen para 2050.
Unos jóvenes usan sus teléfonos móviles en un parque. EFE/Sebastien Nogier/Archivo

La Consejería sostiene que, aunque este tipo de dispositivos pueden constituir “una excelente herramienta formativa y de acceso a la información y comunicación”, su uso inadecuado “puede acarrear dificultades de concentración en el estudio y dificultar el establecimiento de unas relaciones interpersonales basadas en el respeto y la empatía”.

Evitar un uso inadecuado

Por este motivo, este departamento considera que es necesario que cada centro educativo regule en sus normas de organización, funcionamiento y convivencia la utilización del teléfono móvil y otros dispositivos tecnológicos, “para evitar así su uso inadecuado”.

Y la premisa de la que se parte es recomendar la no utilización en horas lectivas, con la excepción de contribuir al logro de fines educativos, y tampoco usar estos dispositivos en recreos, para fomentar la relación interpersonal.

Con todo, la Consejería subraya que “habrá de considerarse la adecuación de las regulaciones de uso a las características de las distintas enseñanzas y etapas educativas”.

Interesante para los padres

La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos ve “interesante” que haya unas pautas de uso, pero no es partidaria de caer en la prohibición ni de imponer.

FAPA defiende que lo que habría que hacer es “educar en un uso responsable” y no prohibir. “Estamos hablando de prohibir prácticamente solo en el recreo”, dice a EFE su portavoz, Chema de la Torre, que considera que la prohibición no tiene sentido porque “cuando salgan del aula van a ir al móvil, y no se consigue nada”.

De la Torre añade que, personalmente, no tiene una fe ciega en los argumentos que esgrimen los centros que lo han prohibido. “No creo que los centros y su ambiente pasen a ser maravillosos solo por prohibir el móvil”, señala.

Éste tema, según explica, se ha abordado en el Consejo Escolar, pero se estudiará más ampliamente en una de sus comisiones.