Vista del exterior del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander, cuya comunidad cuenta con un registro histórico de más de 70.000 tumores estudiados para conocer el impacto del cáncer. EFE/Pedro Puente Hoyos

Un registro con más de 70.000 tumores estudiados para conocer el impacto del cáncer

Santander (EFE).- Cantabria cuenta con un registro histórico de tumores, con más de 70.000 casos estudiados, que permite llevar la cuenta del impacto de la enfermedad sobre la población y analizar la evolución de cada tipo de cáncer, en función de las áreas de salud en las que residen los afectados, el tratamiento que reciben y la mortalidad o, incluso, los recursos que se necesitan.

Este registro es una herramienta de Salud Pública que recoge los casos que se diagnostican en la población con una serie de variables o determinantes de cada uno de los tumores, que permite el conocimiento de la situación del cáncer en la comunidad.

Se creó hace 26 años, vinculado a la Sección de Vigilancia Epidemiológica, desde donde se gestiona tanto la obtención de datos como el análisis, según explica la Consejería de Salud.

Los datos que contiene el registro se refieren a tumores malignos y su valor reside en que permite conocer la realidad del cáncer en un territorio, y saber, por ejemplo, las incidencias, las tendencias evolutivas, la mortalidad, la tipología de los tumores y, por tanto, el impacto poblacional y social de la enfermedad, las necesidades que genera, o las previsiones de recursos a medio y largo plazo.

El tumor colorrectal, el más frecuente

El registro recoge entre 2.500 y 2.800 tumores nuevos cada año en Cantabria, y dispone de datos desde hace 26 años, lo que sitúa a la región por encima de los 70.000 tumores estudiados.

El tumor más frecuente en los últimos años es el cáncer colorrectal (más de 370 casos/año), que ha superado las cifras del cáncer de pulmón, con alrededor de 340 casos/año, que anteriormente era el más frecuente.

En mujeres, el de mayor importancia es el de mama (alrededor de 250 casos/año).
A este tipo le siguen, aunque ya a cierta distancia, próstata (230 casos/año), vejiga (200 casos/año), o estómago (120 casos/año).

Mantenimiento continuo

Hasta ahora, este registro se nutría de una recogida anual de datos, con un fichero principal que sale de los codificados de CMBD (Conjunto Mínimo Básico de Datos), a los que se les realizaba una depuración y análisis interactuando con otras fuentes.

Sin embargo, se ha iniciado un proceso de cambio total en la gestión de la obtención de datos con un sistema de captación en tiempo real.

La información procede primariamente de los resultados de Anatomía Patológica y es complementada por el CMBD.

Esto supone una revolución, ya que la renovación y mantenimiento de la información no se hace por plazos sino de manera continua, con extracción automatizada en tiempo real.

Ya funciona así, en tiempo real, aunque queden tareas de mejora para los próximos meses.

Para ilustrar el impacto del cambio, el modelo anterior suponía que la revisión completa de un año de datos podía demorarse hasta 18 ó 20 meses tras la finalización del ejercicio, mientras que el modelo actual se basa en descarga inicial instantánea y una validación final en pocas jornadas.

Esto supone ganar tiempo: se podría tener un informe provisional de casos de un período a menos de un mes de su finalización, y en menos de dos o tres meses disponer de informes definitivos sobre datos revisados y consolidados.

Gran potencial con poco uso

A pesar de su potencial, el registro de tumores se ha estado usando poco, aunque con cierta frecuencia se han pedido colaboraciones, habitualmente para proyectos de investigación.

La reforma realizada ha sido precisamente el resultado de varios encuentros con oncólogos y patólogos que consideran que la herramienta es muy importante para su actividad clínica.