Cabezón de Liébana, 14 jun (EFE).- Los vecinos de Cabezón de Liébana viven con «un poco de preocupación» la «asidua» presencia de osos pardos que bajan a los pueblos para comer de los árboles frutales.
El alcalde de Cabezón de Liébana, Jesús Fuente, asegura a EFE que hay «cierto temor» entre los vecinos porque estos omnívoros comen de los cerezos que están «en el mismo pueblo». «Vas andando por ahí y te le tropiezas, es un habitante más del pueblo», señala.
Según dice, el plantígrado ve las localidades de esta zona de Liébana «como un supermercado».
El alcalde tiene previsto llamar al consejero de Desarrollo Rural, Pablo Palencia, para trasladarle «que no es normal» que el oso «ande por los pueblos. Hasta que no pase una desgracia esto no va a parar», sostiene.

Por el momento, según el alcalde de Cabezón de Liébana, no ha habido ningún contacto con el Gobierno de Cantabria, aunque apunta que el Ejecutivo «es consciente» del problema, «porque es sabido por todos».
«El único que se ha puesto en contacto conmigo es el presidente de la Fundación del Oso Pardo, Guillermo Palomero, que me dijo que sabía del problema y que había que hablar con el consejero para ver cómo se solucionaba», ha dicho.
«No es un problema nuevo»
La Fundación Oso Pardo advirtió ayer de que si no se toman medidas urgentes para evitar la presencia de estos animales en los pueblos, entre ellas la plantación de árboles frutales lejos de las poblaciones, la limpieza de matorrales y caminos o perimetrar las localidades, cada vez van a bajar más a buscar comida cerca de las casas. «No es un problema nuevo».
Pablo, vecino de Frama con cerezos de los que han comido osos, asegura que «no es un problema nuevo» y que lleva ocurriendo durante «los últimos seis o siete años».
«Siempre hacen el mismo recorrido: bajan por las escaleras hasta el río a beber agua, después suben a los cerezos de detrás de mi casa, saltan a la carretera y vuelven por el camino de arriba», explica, antes de apuntar que «hay un poco de preocupación dentro del pueblo». «El temor es más de la gente de fuera que nosotros», apostilla.