Toledo (EFE).- El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha anunciado que desde este martes se van a inmovilizar las explotaciones de ovino y caprino de todas las provincias, excepto Guadalajara, para controlar la viruela ovina y garantizar el suministro de leche para la producción de queso manchego.
De hecho, la medida “no va a significar ningún tipo de problemas para la salida de la leche a las queserías” según ha dicho el consejero durante una visita a la empresa quesera La Huz de Villamayor de Santiago (Cuenca), donde ha precisado que desde este martes los animales solamente podrán salir para ir al matadero.
Martínez Arroyo ha explicado que la medida se adopta “a fin de controlar una enfermedad que puede complicar la rentabilidad de un producto como el manchego y de un sector entero, del ovino y caprino en Castilla-La Mancha que es clave para la población y clave para el territorio”.
Ha agregado que se trata de una media “de responsabilidad” que se toma “para controlar la enfermedad y para que siga habiendo negocios que puedan seguir generando riqueza en los territorios”.
35.000 animales sacrificados por la viruela
El consejero ha explicado que la medida se acordada con las organizaciones agrarias UPA, Asaja y Coag, la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Manchega (Agrama) y los Consejos Reguladores de la Denominación de Origen Protegida Queso Manchego y la Indicación Geográfica Protegida Cordero Manchego.
Fuentes de la Consejería de Agricultura han indicado a EFE que 35.000 animales han sido sacrificados debido a la viruela ovina y caprina.
Martínez Arroyo ha explicado que los queseros le suelen transmitir que falta leche de ovino manchego ya que la demanda es “muy superior” a la capacidad de producción, y de hecho en 2022 Castilla-La Mancha ha batido récord y ha fabricado 18 millones de kilos de queso manchego, que es “la cifra más alta de nuestra historia”.
