Guadalajara, 22 nov (EFE).- Un jurado popular ha considerado culpable de dos delitos de asesinato, con agravante de parentesco, al parricida que acabó con la vida de sus padres en Brihuega (Guadalajara) en mayo de 2022.
A las 11.15 horas de este miércoles, una portavoz del jurado ha leído el veredicto del jurado conformado por 9 personas, que llevan deliberando desde este martes por la mañana.
Según el veredicto, el jurado ha concluido que durante el juicio no se han producido testimonios que hayan declarado discusiones fuertes entre los miembros de la familia, sino que eran las habituales en una familia y «teniendo en cuenta la adición y estilo de vida del acusado”.
Asimismo, el jurado ha considerado que durante el juicio “nadie detectó anulación de su capacidad de entendimiento”, según el análisis de testigos y peritos.
El veredicto recoge que no se considera proceder a aplicar las condiciones de remisión de la pena ni tampoco plantear la petición de indulto.
No se contemplan eximentes de incapacidad
Según este veredicto, el juicio ha considerado por unanimidad que está probado que el acusado causó la muerte de sus padres y no contemplan ningún eximente de incapacidad por problemas mentales ni adicciones, tal y como pedía la defensa.
La Fiscalía se ha ratificado en la solicitud de 20 años de cárcel al considerar asesinato y ningún atenuante.
Por su parte, la acusación particular, ejercida por su hermana, mantiene la solicitud de las penas de 25 años por cada uno de los asesinatos y solicita una indemnización de 500.000 euros así como que se declare la incapacidad del condenado para suceder puesto que es heredero forzoso de sus padres a los que asesinó.
Por último, la defensa que inicialmente solicitaba la eximente completa por alteración psíquica y drogadicción y por confesión tardía, por lo que planteaba su libre absolución, ha solicitado la pena mínima, al concurrir el agravante de parentesco.
El parricida de Brihuega reconoció ser el autor de los crímenes
El hijo acusado de matar a sus padres en su casa en Brihuega (Guadalajara) en mayo de 2022 reconoció que había acabado con la vida de sus progenitores, pero que lo hizo no de forma consciente, sino bajo los efectos de las drogas asegurando que “pensaba que eran monstruos”.
Los hechos tuvieron lugar el 9 de mayo de 2022, en la vivienda familiar ubicada en Brihuega, tras la hora de la comida, cuando los padres del acusado dormían la siesta.