En julio de 1933 el alcalde de Consuegra (Toledo) a punto de ser arrojado por el balcón porque tuvo el atrevimiento de plantear contratar a mujeres para hacer tareas agrícolas. EFE/Ángeles Visdómine

Tumulto en Consuegra (Toledo) en 1933 por proponer contratar mujeres para el campo: trabajar sí, pero sin contrato

Toledo (EFE).- En julio de 1933 el alcalde de Consuegra (Toledo), Estanislao Sánchez Barba, a punto estuvo de ser “arrojado por el balcón” por atreverse a plantear contratar a mujeres para realizar las tareas agrícolas ante la escasez de mano de obra masculina.

Era algo que permitía la legislación siempre que no hubiera hombres sin trabajo.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, el director del Archivo Histórico Provincial de Toledo, Carlos Flores, ha explicado a la Agencia EFE este hecho que sucedió en Consuegra.

En las estanterías del Archivo se encuentra el expediente judicial del caso, ya que llegó a la Audiencia Provincial de Toledo por el tumulto, los desórdenes y las amenazas que se produjeron, aunque al final la justicia absolvió a todos los implicados.

Todo ocurrió en una sesión del pleno del Ayuntamiento de Consuegra el 9 de julio de 1933, cuando se planteó el problema de la falta de mano de obra ya que todos los hombres estaban contratados para la recolección y se necesitaban más trabajadores.

El alcalde se apoyó en la legislación -recientemente aprobada- que permitía contratar a mujeres en caso de que todos los hombres ya estuvieran trabajando, pero hubo una gran mayoría de voces en su contra.

Los hombres propusieron hacer horas extra para no contratar a las mujeres

Entre las voces contrarias estaban las de concejales que propusieron contratar a hombres de otros pueblos para no tener que contratar mujeres o hacer horas extraordinarias.

También había vecinos presentes en la sesión y muchos de ellos comenzaron a gritar frases contra el alcalde, entre ellas “fuera este alcalde, que es un espantajo” o “sinvergüenza” o instando a “arrojar al alcalde por el balcón”, como se refleja en el expediente judicial de la Audiencia de Toledo, mostrado a EFE.

De tal forma, que el alcalde tuvo que levantar la sesión sin conseguir que el público abandonase el salón.

“Es un hecho significativo de la tensión que se dio sobre un tema que no era como para tirar al alcalde por el balcón, no para tanto”, ha comentado Flores.

No se admitía que las mujeres recibieran un salario

El hecho de fondo es que las mujeres siempre han trabajado en el campo, pero lo que no se admitía era que fueran contratadas, es decir, que reciban un salario.

“No es que las mujeres no trabajen, es que no se las contrate. Que no es lo mismo. Es la clave del tema. Porque las mujeres, trabajar por supuesto que trabajaban, lo han hecho siempre. Pero no se las contrata, no se las paga”, ha explicado el director del Archivo.

Este expediente judicial ilustra problemas de esta índole durante la Segunda República y cómo la igualdad laboral se ha ido construyendo con lentitud y dificultades. EFE