Toledo (EFE).- Un total de 169 bebés de Castilla-La Mancha han recibido leche materna de las donaciones realizadas en las tres unidades de nutrición personalizada existentes.
Se trata de las unidades de los hospitales públicos de Albacete, Ciudad Real y Toledo, que el Gobierno regional puso en marcha en 2023.
Desde entonces, han contado con la generosidad de 159 madres donantes.
Así se ha puesto de manifiesto en la I Jornada Regional de Bancos de Leche organizada por la Unidad de Nutrición de Toledo, que se ha desarrollado en el Hospital Universitario.
Una jornada en la que se ha puesto en común la experiencia de los tres bancos de leche, según ha informado la Consejería de Sanidad en una nota de prensa.
Se han recogido 500 litros de leche materna
Las donaciones de las madres han hecho posible recoger 500 litros de leche para favorecer el desarrollo de recién nacidos que no pueden recibirla de sus progenitoras.
Del total, 300 litros se han recogido en Toledo, la primera unidad que se puso en marcha en marzo del pasado año.
Después entraron en funcionamiento la de Albacete, en mayo; y la de Ciudad Real, en septiembre; en cada una de las cuales se han recogido 100 litros.
Durante la jornada, profesionales sanitarios han abordado la implantación de las unidades de nutrición personalizada y la importancia de la lactancia materna.
También han asistido a la conferencia de la presidenta de la Asociación de Bancos de Leche Humana, Beatriz Flores.
Unidades de nutrición
Sanidad ha indicado que las unidades de nutrición personalizada de Castilla-La Mancha tienen como objetivo trabajar como un banco de leche de autoabastecimiento
También son responsables del procesamiento, almacenamiento y distribución de la leche materna.
Ésta se dona de manera altruista para los bebés que la precisan, como los recién nacidos prematuros.
La donación corre a cargo de las madres de recién nacidos en el hospital o ingresados en la unidad de Neonatología, que son entrevistadas por los profesionales para comprobar que no haya contraindicaciones.
Todo el proceso queda reflejado en el programa informático ‘Gala’, que gestiona todos los bancos de leche de España.
Además, la leche procesada en las unidades está sometida a controles microbiológicos y nutricionales que garantizan su seguridad y adecuación, según las necesidades de cada bebé.
