Ciudad Real (EFE).- El joven de 25 años que provocó un accidente en Argamasilla de Alba (Ciudad Real), cuando al conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas chocó con otro vehículo en el que viajaban cinco jóvenes, lo que ocasionó la muerte de tres de ellos, ha pedido perdón a las familias de los fallecidos y de los otros jóvenes que resultaron heridos.
En la última jornada del juicio que se sigue en su contra en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, el joven, que reside en la provincia de Badajoz, ha asegurado durante su última declaración que su deseo sería poder cambiarse por los jóvenes fallecidos y que él hubiera sido quien falleciera en ese accidente y ellos siguieran vivos.
El acusado ha aprovechado también el turno de su última palabra para volver a pedir perdón a todas las familias y todos los amigos de toda la gente afectada en el accidente ocurrido en una calle de Argamasilla de Alba, al afirmar que él “no había querido matar a nadie” y ha asegurado que se arrepiente de lo ocurrido “cada día de su vida”.
El joven reconoce que había consumido alcohol y drogas
Durante la fase del interrogatorio, el joven ha reconocido que la noche del suceso, ocurrido en junio de 2021, consumió dos copas y tomó una raya de cocaína, pero ha negado que tomara éxtasis como así determinó el test de drogas al que fue sometido esa noche.
El joven, a preguntas de la Fiscalía, ha asegurado que no vio el ceda el paso y que él pensó que en ese cruce de calles tenía preferencia.
También ha comentado que en ningún momento pensó que la calle estaba limitada a una velocidad de 30 kilómetros por hora, ni ser consciente de la velocidad a la que circulaba, aunque ha reconocido que podría ser los 94 kilómetros por hora que determinó el informe de la Guardia Civil.
Sobre las causas que le llevaron a tomar la determinación de acelerar el coche, ha comentado que lo hizo para mostrarle a la chica que viajaba en ese momento con él que el “coche era bueno” y por “hacerse el chulito”.
Tras chocar con el otro vehículo, ha explicado que no fue consciente de lo que había pasado, porque “la cabeza la tenía ida” e incluso ha reconocido que pensó “que el otro coche se había ido”.
A pesar de que en varias ocasiones ha declarado que no recordaba nada de los momentos posteriores al accidente, sí ha reconocido que llamó a una amiga y a su madre para contarles que había tenido un accidente.
También ha declarado que cuando llegó la policía local al lugar no le preguntó si tenía lesiones, y que tuvo miedo porque la gente que estaba allí le gritó que “le iban a matar”.
Fue consciente de lo sucedido cuando llegó al cuartel de la Guardia Civil
Solo ha reconocido ser consciente de lo sucedido cuando se encontraba ya detenido en las dependencias de la Guardia Civil de Tomelloso (Ciudad Real), cuando un agente le comentó lo que había pasado.
Durante la última sesión del juicio también ha declarado la madre del joven, que ha pedido perdón a las familias y las madres de los fallecidos, y ha terminado su declaración asegurando que sentía mucho lo sucedido.
En sus conclusiones finales, tanto el Ministerio Fiscal como las abogadas de la acusación particular y la abogada defensora han defendido ante el tribunal del jurado sus tesis sobre lo sucedido.
Finalmente, el Ministerio Fiscal acusa al joven de tres delitos de homicidio imprudente, en concurso con otros contra la seguridad vial y conducción temeraria, por los que pide cinco años y diez meses de prisión.
Las acusaciones particulares, que ejercen los padres de las tres víctimas mortales, reclaman una condena por tres homicidios “dolosos” de quince años de prisión, y su defensa, una condena de cinco por los tres homicidios imprudentes.
El joven ha cumplido ya dos años y medio de prisión.
